Opinión

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Por: Luciano Eutimio Armas Morales

El cinco de junio de 1968 por la mañana, Robert Kennedy, candidato a presidente de Estados Unidos, estaba en el hall del hotel Ambassador de Los Ángeles con su amigo y jefe de prensa Pierre Salinguer, coordinador de su campaña electoral.

Sabían ambos, que, si vencía ese día en las primarias de California, su carrera hacía la presidencia sería imparable, y en noviembre, con solo 42 años, podría convertirse en el presidente más joven de su país.

De pronto miró Robert Kennedy a través de la cristalera del hall del hotel, y vio a tres hombres que deambulaban por los jardines. Los había seguido con la mirada durante un poco de tiempo. Robert Kennedy los señaló con un gesto a su amigo Pierre Salinguer, y le dijo: “Estos tres hombres quieren matarme”.

Por Juan Jesús Ayala.

Una vez que los resultados de las pasadas elecciones, salvo algún fleco por recontar, ya disponibles que ha originado se hayan firmado pactos de gobierno, y otros que están en curso para la inmediatez del acuerdo que abrirán la posibilidad de nuevas organizaciones políticas situadas en el recambio del gobierno de las islas tanto en determinados ayuntamientos como cabildos y parlamento.

La firma acentuará el entusiasmo de los que se verán con el protagonismo que deseaban para encarrilar los desaguisados que han heredado y poner en practica todo aquello que la campaña electoral aguantó y que intentarán demostrar que las palabras pronunciadas no se las va a llevar el viento sino que la seriedad y el compromiso adquirido irá camino de desarrollarse para dar cumplimiento debido a un programa que se ha definido como original y diferente por cada organización política que optó al poder.

La Historia, sobre todo, la de las islas, en ese aspecto nos enseña como a medida que pasa el tiempo y dan la cara imprevistas dificultades que ponen en la picota a decisiones que habrá que tomar en un momento determinado no van a ser aplaudidas y si denostadas, no solo por la oposición existente sino por la falta de reflejos para adelantarse a los acontecimientos lo que ocasionará frustración que se disimulará, como siempre, trasgrediendo el comportamiento democrático que transitará por la senda del autoritarismo que dan los votos, escapándose de los conceptos determinantes de lo que debe ser la acción democrática.

Y no es que sea el “eterno retorno” enfatizado por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, sino que el campo de operaciones se ve reducido no solo a las decisiones de las políticas insulares y gubernativas de Canarias sino que hay que contar con la controversia de gobiernos centrales que serán, hasta necesarias, para que algunas cuestiones sean  bendecidas desde Madrid y no se obstaculicen, ocasionando malestar que siendo lógico en el escenario de la política, incomodan y agrian el  carácter de los políticos por más que el disimulo aparezca como disfraz encubridor.

Dándose situaciones “circulares” que avanzado el compromiso firmado y en vísperas de próximas elecciones las acciones que se tomaron con gran énfasis y entusiasmo hay que, interesadamente, desviarlas para ahuyentar los pactos establecidos  y vislumbrar otras posibilidades que el tiempo político va poniendo en  el animo de los que aún siendo protagonistas continuarán  persiguiendo  un nuevo protagonismo, a pesar de todo.

Pero el momento es de negociación, de encuentro de buenos modales que ya habrá tiempo para el disloque donde el discurso emocional vaya degradándose y con nuevas actitudes  donde los desacuerdos  a veces con pronunciamientos muy educados  se dislocan  apareciendo el resentimiento y hasta la soterrada venganza.

Si las políticas que se han practicado a lo largo del tiempo hubiesen sido certeras y consecuentes, las islas estarían hoy mejor, con más desarrollo e independencia en las decisiones a tomar  pero como esa cuestión  a pesar  del “nacionalismo” de unos y el “insularismo” de otros, la disociación ideológica será el eterno conflicto difícil de solucionar.

Unos y otros no se bajarán del lema que son de “obediencia canaria” pero la Historia que no es un testigo mudo nos dice que cada cual intentará obedecer a sus organizaciónes internas y lo que hoy parece un campo de razones históricas y reivindicativas, mañana cada uno regresará a su posición primigenia no asumiendo la razón política de un nacionalismo consecuente.

Por Juan Jesús Ayala.

“La suerte está echada”, así se pronunció Julio Cesar al  atravesar el Rubicón  al  frente de sus tropas lo que suponía una declaración de guerra   que terminó en un confrontamiento civil. Pues lo mismo acontece en estos momentos que escribo el articulo sin saber el futuro mas inmediato que nos espera al cierre de los colegios electorales de hoy, domingo 28.

Todos los partidos políticos que participan en estas elecciones tienen dos puntos en común. El primero, y es lo que mas enfatizan y pregonan coinciden que con su gobierno Canarias va a mejorar en todos los escenarios, sociales, económicos y hasta supervivenciales. No hay diferencia,” Canarias es lo primero”; así se pronuncian los partidos centralistas o estatalistas, o sea los que actúan como sucursales de Madrid con sus posicionamientos ideológicos así como una sumisión consolidada en el tiempo ; y los que caminan por la senda del nacionalismo, unos con mas énfasis nacionalista que otros que dicen llamarse del mismo modo aunque estos últimos con mas empaque que sacando pecho se titulan “nacionalista progresistas” Aun no consigo entender que pretenden al denominarse  de esa manera cuando en el espacio ideológico del nacionalismo tal denominación es progresar hacia un objetivo cual es la “construcción nacional de Canarias”. Pero siguen erre que erre apoyándose en conceptos ambiguos y faltos de enjundia política cuando el nacionalismo consecuente no “trabaja” con la categoría política de “clase” sino con la categoría política  de “nación”.

Y luego los “otros”, los  atrapados en las connotaciones insulares sin trascender la isla ya que consideran a esta como el fundamento desde donde se podrá construir la nación canaria. En este posicionamiento continúan desde hace muchos años sin trascender la isla y con el ancla  fondeada sempiternamente en el mar que rodea a cada una de  ellas como si fuera un cerco irreductible que los inhabilita, al menos, como nacionalistas consecuentes. Pero es lo que hay.

Y tanto unos como otros a la espera de pactar y de conseguir el poder por los intríngulis que se pondrán en juego  a partir del día 29 .Donde tanto puede gobernar el grande como el chico. Esta tierra sabe mucho  en ese aspecto.

Y el otro punto en común es que asumen una misma causa cual es “el silencio”, como si no existiera una posición política contundente  mas allá de unas charlas de café, como es la cuestión Canarias-Marruecos por las insistentes reivindicaciones del reino aluita  sobre zonas y plataformas marítimas,  espacio aéreo y territorial donde los partidos políticos canarios, nacionalistas, pseudonacionalistas e insularistas desde los barrancos del silencio eluden esta problemática con fundamento dando la sensación que no importa, como si no existiera . 

Es como si el asunto Marruecos -Canarias estuviera resuelto y no se percatan que Canarias  históricamente ha sido moneda de truque, desde Hitler, Churchill, ciertos Borbones y Franco y se continúa dejando de lado la historia de los no compromisos por parte de los políticos de esta tierra  que ni quieren acercarse, ni por asomo, a este problema. Y si los cogen con el paso cambiado, pues nada,  vendrán los pretextos, las palabras huecas continuando con la misma incertidumbre histórica metida en el cuerpo al menos para los que no estamos en el escenario del poder sino en el patio de butacas que somos amplia mayoría.

María Soledad Quintero Darias*.

La campaña llega a su fin y con ello llegará la fiesta de la democracia, en la que cada ciudadano tiene la posibilidad y la responsabilidad de decidir la opción política que más le represente y en la que deposita toda su confianza para regir el futuro próximo del conjunto de toda la ciudadanía.

En mi caso, concurro a estos comicios acompañada por un grupo de personas comprometidas con su municipio y con su Isla, con la ilusión de poder contribuir y aportar lo mejor de sí mismos en favor de la comunidad y del pueblo en el que vivimos, en el que deseamos vivir y desarrollar nuestro proyecto de vida, con el firme compromiso de hacer y obrar de la mejor forma posible en beneficio de todos y cada uno de nuestros conciudadanos, con humildad, compromiso y esfuerzo.

La candidatura que encabezó, se aleja de los personalismos, desde el entendimiento de que todos y cada uno, desde el primero hasta el último de las personas que componen este proyecto, es importante para el conjunto de nuestra apuesta de futuro para La Frontera, un proyecto en él nadie sobra y todos suman.

Durante estos días de campaña, nos hemos dedicado más, a escuchar a nuestros vecinos y conciudadanos, que a comprometer propuestas preconcebidas y cuestiones de obligado cumplimiento para cualquier político que pretenda ostentar a la gobernanza de este municipio, como deben ser la mejora y el cuidado de los espacios públicos, la limpieza de nuestros núcleos urbanos, un plan de embellecimiento y adecuación de todas nuestros pueblos, la puesta en valor de infraestructuras básicas como las piscinas Cascadas de Mar, la búsqueda de una solución para el Polideportivo de La Frontera, y como no, la rehabilitación de la Residencia de Mayores de La Frontera o el impulso para el establecimiento de una zona industrial en el municipio; pero también está el desarrollo económico, empresarial, comercial, industrial, cultural, del sector primario y otras actividades ligadas a nuestro legado ancestral, que son una apuesta por el desarrollo socioeconómico para nuestros ciudadanos.

También debe darse la importancia necesaria a la actualización del Plan de Ordenación del municipio, para que nuestros vecinos puedan optar por la auto construcción de viviendas, y la puesta en marcha de viviendas sociales; así mismo, se hace necesario reorganizar adecuadamente la zona comercial de Tigaday, con el consenso de vecinos y comerciantes, emprender un plan de dinamización adaptado a esta zona y la revitalización del Mercadillo de La Frontera, para convertirlo en un espacio estratégico y atractivo para todos los vecinos de la isla y quienes nos visitan. El turismo también nos debe ocupar, y para ello es necesario la adecuación, limpieza y mantenimiento de las zonas recreativas y de baño del municipio, armonizar el uso de puntos emblemáticos como el embarcadero de Las Puntas o regular el turismo de Caravanas y Auto Caravanas en nuestro municipio. 

Pero más allá de los eslóganes de campaña, está la realidad cotidiana de todos aquellos que recorren las calles de nuestro pueblo día tras día, los que viven, trabajan y en general desarrollan su vida aquí, en nuestro pueblo, a todos ellos no hace falta explicarle las necesidades, carencias y posibles mejoras a emprender en nuestro municipio, porque las conocen, viven y sufren de forma cotidiana sobradamente.

La nuestra es una propuesta de futuro, de progreso, de avance, de mirar al mañana con la frente en alto y con el compromiso y convencimiento de lograr mejorar las condiciones de vida de nuestra gente, con respeto, compromiso y esfuerzo.

Todo está en tus manos, o nos quedamos con más de lo mismo, o apostamos por un mejor futuro para todos. 

Nadie ha dicho que sea fácil, pero nosotros aceptamos el reto y nos comprometemos a dar lo mejor de nosotros mismos para construir el municipio que queremos.

Tu apoyo es importante, no te quedes en casa este domingo, participa del cambio y brindadnos tu apoyo. Contamos contigo.

*María Soledad Quintero Darias, candidata de Asamblea Herreña a la Alcaldía del Ayuntamiento de La Frontera.