Redacción/La Agrupación Herreña Independiente (AHI), lamenta que la senadora socialista por la Isla de El Hierro, Esther Carmona, haya levantado la mano en contra de Canarias y de su sector primario, y haya negado la posibilidad de excepcionar el plátano de la fijación de precios mínimos en la nueva Ley de la Cadena Alimentaria. 

Según los nacionalistas, el voto de la senadora socialista, es un voto contra la isla de El Hierro y un golpe mortal a las muchas familias de productores que viven en la isla. La senadora pidió el voto a los herreños y los ha traicionado porque ha preferido votar con sus siglas antes que con su isla. Si tan solo cinco de los senadores socialistas hubieran votado en contra de su partido y a favor de Canarias se hubiera salvado el sector platanero de un futuro muy incierto. 

Sin embargo, "prefirieron la disciplina de partido antes que cumplir su compromiso con los herreños y herreñas” expresan desde AHI.

Para los nacionalistas herreños, el voto de la senadora socialista de El Hierro "es un golpe a nuestro medio ambiente y a nuestro paisaje del que deben dar explicaciones". "No pueden esconderse después de lo que han hecho", advierten desde la AHI.

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Los senadores socialistas que representas a los canarios votaron en contra de contemplar la excepcionalidad para proteger la producción del plátano que se cultiva en Canarias en el marco de la Ley de la Cadena Alimentaria, una propuesta que no afectaba a ningún otro sector de la agricultura española ni comunitaria. 

Ello puede llevar aparejado la destrucción de millones de kilogramos de fruta y con ello la ruina progresiva de los más de 8.000 productores, entre ellos los que lo hacen en El Hierro. ASPROCAN estima que la aplicación de la ley obligaría a destruir innecesariamente entre el 25% y el 30% de la producción anual, advierten desde la AHI.

Las asociaciones de productores de plátano en Canarias, al igual que la AHI, defienden una renta digna para todos los agricultores de plátano “no sólo un precio mínimo” y precisamente por eso se había pactado la excepcionalidad, explican desde AHI. 

La aplicación de esta Ley podría obligar a retirar una cantidad tan grande de fruta que acabaría destruyendo a los mismos productores a los que esta Ley pretende proteger, porque la entrada y comercialización de las bananas de terceros países camparían a sus anchas en todos los mercados de Canarias y de España.