Por Luciano Eutimio Armas Morales.

En esta foto tomada el 30 de octubre en una sala del parlamento europeo en Bruselas, podemos ver a cinco personajes en “busca de un autor”, como podría decir Luigi Pirandello.

El primero de la izquierda viste un suéter de cuello de cisne y un traje gris. Tiene las piernas cruzadas, y la mano izquierda, abierta, apoyada en la rodilla. La otra mano la oculta, quizá escondida, como los boxeadores para sorprender con un golpe. O quizá reservada para parar el golpe que podría venirle. Nunca se sabe.

De todas formas, ese gesto de la mano abierta y apoyada en la rodilla, denota que está prestando atención, relajado y cómodo. Como si estuviera diciendo: “¡Vamos a ver qué nos cuentan estos!”

A continuación, una señora con pantalones negros, blusa estampada, y botas de cuero negro y tacón alto. La cara redonda, el pelo lacio y caído, como recién salida de la ducha, la mirada neutra y la boca en un inequívoco gesto que denota resignación. “Bueno, lo que ustedes digan”.

Pero lo más llamativo, es ese detalle de esa mano derecha cogiendo algunos dedos de la izquierda, y apoyadas ambas sobre la rodilla con las piernas cruzadas. Parece como si estuviese nerviosa e insegura y dijera: “Dios mío, permíteme pensar con claridad, porque esto yo no lo veo claro”.

En el centro de la foto, un señor medio espatarrado, abierto de piernas, con su mano izquierda aferrado al sofá, como si estuviera pensando: “Hay que agarrarse, que vienen curvas”. 

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La mano derecha la tiene suelta, libre y a su aire, abierta y apoyada en el muslo derecho, como si fuese una mano independiente. Su rostro parece indicarnos una cierta resignación, como si estuviera pensando “A ver este, que me va a pedir ahora”

Se muestra abierto de piernas, como si estuviera dispuesto a transitar por las horcas caudinas. Porta un traje azul y una camisa crema, con una corbata roja que le cuelga hasta tapar salvas sean sus partes, quizá en un inconsciente gesto de pudor.

A continuación, un personaje con traje azul, camisa blanca y corbata, parece que también azul, que sentado y con las piernas cruzadas, apoya una mano sobre la otra, lo cual denota que está dispuesto a escuchar, pero desde una postura de autoconfianza y seguridad. Aunque un día tuvo que salir huyendo metido en el maletero de un coche, ahora parece que tiene la sartén por el mango.

Los zapatos de cordones con la punta cuadrada, y los calcetines azules que cubren hasta media pierna con el pantalón medio remangado, lo muestran como si estuviese predispuesto a “saltar el charco” sin mojarse los pantalones.

Es el centro de atención. Todas las miradas convergen en él. Con mandíbula rígida y mirada inquisidora, parece ser el que manda los recados y lleva la batuta en este pequeño concierto de cámara.

Y a la derecha de la foto, un personaje vestido deportivamente, con pantalón y mocasines ocres, chaqueta azul y camisa blanca sin corbata. Parece como un convidado que estuviera de paso y pensando: “A ver si terminan de una vez, que tengo que ir a sacar a pasear al perro”.

Las manos abiertas y cruzadas sobre las piernas cruzadas le hacen aparentar muy relajado, parece como si fuera el escudero del personaje con los pantalones a media pierna, y estuviera seguro de que, al final, se llevarían el gato al agua sin tener que cruzar el charco.

 

PS. Los cinco personajes de la foto son, de izquierda a derecha: Javier Moreno, parlamentario europeo por el PSOE; Iratxe García, parlamentaria europea por el PSOE; Santos Cerdán, secretario de organización del PSOE; Carles Puigdemont, presidente de Juntos por Cataluña; y Jordi Turull, secretario general de Junts.