Este es un concepto que parecía ya superado y desterrado de la comunidad autónoma Canaria, casi evocador de “tiempos pasado y preteridos”, pero que lamentablemente vuelve a estar muy en boga, y en el que confluyen dos ideas muy marcadas, “el desarrollo y el poder”. 

Es indudable que las islas de Tenerife y Gran Canaria, las llamadas “islas capitalinas” concentran el desarrollo en el archipiélago, mientras que el resto, las llamadas “islas menores o periféricas” (una denominación que en si misma es perversa y que marca una tendencia ya desde el propio uso del lenguaje), continúan luchando contra el aislamiento, la despoblación, la falta de oportunidades, la necesidad de infraestructuras y políticas activas que propicien un desarrollo equilibrado que les permitan alejarse de las realidades  propias de lo que se ha llegado a llamar “la ultra periferia de la ultra periferia” y en su conjunto, de acciones que posibiliten la puesta en marcha de un proyecto de vida viable para sus ciudadanos en igualdad de condiciones al resto de canarios “vivan donde vivan”. 

Un hecho “el desarrollo” que incuestionablemente está ligado al “poder”, un poder político que se concentra en las isla de Tenerife y Gran Canaria; donde se centra el desarrollo del archipiélago y que al mismo tiempo mantienen una lucha entre si “el pleito insular” que retroalimenta a estos dos territorios en su concentración de “desarrollo y poder”, y luego se piensa en el resto de Islas. 

Un pensamiento que en muchas ocasiones les lleva a dirigir las acciones e inversiones públicas dirigidas al resto del territorio solo en algunos aspectos, puesto que, se intenta trasladar la idea de que Tenerife y Gran Canaria, son “islas capitalinas” las grandes urbes de Canarias, y para el resto se trata de deslizar la idea romántica y casi bucólica de que están allí como un destino vacacional de fin de semana para aquellos que deseen sumergirse en la naturaleza de las islas y entrar en contacto con la Canarias rural, una idea que que se refuerza en la supuesta intención de evitar replicar el desarrollo desmedido que han sufrido estas dos islas, unido con la protección del medio ambiente y el modo tradicional de vida en el resto.

“Una idea que no está del todo equivocada, puesto que ninguna de las islas no capitalinas defiende el desarrollismo, de hecho todas estas islas tienen un modelo de desarrollo ligado a la protección del medio ambiente y la defensa del modo de vida tradicional, lo que no significa de ninguna forma que se nieguen al progreso o quieran estar al margen del devenir de los tiempos presentes y futuros”.

Desde hace algún tiempo se viene generalizando una idea que plantea la pregunta, del por que si un ciudadano de El Hierro en ocasiones se ve obligado a desplazarse a alguna de estas Islas para poder acceder a un servicio o disfrutar de una actividad determinada, como es que, un ciudadano de Tenerife o Gran Canaria, no tiene por que tener la necesidad de desplazarse a alguna otra isla por las mismas razones y circunstancias. “Curioso no”.

De hecho es una reivindicación que va más allá, siendo El Hierro la ubicación del proyecto  de innovación tecnológica más puntero e importante en Canarias y de los más importantes en España y Europa, como es la Central Hidroeólica de Gorona del Viento, por que el Centro tecnológico de Canarias (ITC), una entidad pública, tienen que estar instalada en Gran Canaria, como es que no se puede establecer una extensión de esta entidad en la Isla, para que se lleve a cabo la investigación, experimentación y desarrollo de las tecnologías relacionadas con este campo “in situ” - “Curioso no”.

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Existen muchos más ejemplos..!

Pues la respuesta es, “Política”. El desarrollo de un territorio fragmentado como el canario está directamente relacionado con la voluntad política de sus representantes que se traduce en la inversión pública necesaria para su desarrollo en todos los aspectos. La importancia de contar con una representación firme, comprometida y contundente centrada en la Isla en todas las Instituciones y en el Parlamento de Canarias, es fundamental para este propósito, aún más, si esta representación es decisiva para participar de los grandes acuerdos, “es decir, si sus votos son necesarios para acordar y aprobar cuestiones que involucren a otros”, no nos engañemos, es la política de “y de lo mío que hay”, tan sencillo como que “si quieres que te apoye yo en lo tuyo, apoyarme tu lo mío”. Esto que parece una idea “egoísta de la cuestión” no quiere decir que no haya una visón de Canarias desde el conjunto o que no exista una idea global de Canarias, es una idea que gira entorno a la construcción de canarias desde cada Isla atendiendo a sus particularidades, como visón global del archipiélago.

“El estado de la Educación en Canarias, nos preocupa en la medida de que la Educación en El Hierro se desarrolle, como mínimo, en las mismas condiciones que en el resto de islas, de la misma forma que la situación de la Agricultura o la Ganadería en el archipiélago, nos ocupa si esta se puede desenvolver con los mismos criterios y grado de oportunidad que en el resto de territorios; etc. etc. etc.”. 

A lo lago del tiempo han habido destacables ejemplos de este ejerció político, como cuando Tomas Padrón y Carmelo Padrón ponían en práctica “la pinza” en el parlamento canario, con el fin de pactar y forzar ciertas decisiones a cambio de sus votos en el transcurso de una negociación, “sus votos eran decisivos” cuestión que utilizaban para conseguir el máximo provecho entorno a los acuerdos generales con el consiguiente beneficio para su Isla. En la actualidad, Casimiro Curbelo, que tras su salida del PSOE y la creación de su nueva formación política que defiende el “insularismo” como modelo político, sin ninguna atadura o compromiso con otro grupo o formación mayoritaria de ningún tipo, rango o lugar de influencia, “desde el minimalismo de una agrupación pequeña de una Isla menor”, ha conseguido participar del Gobierno autonómico, y siendo necesario y decisivo para los grandes acuerdos en el Parlamento a logrado dotarse de grandes inversiones, acuerdos y compromisos para el desarrollo de su Isla. Haciendo uso del “y de lo mío que hay”. 

El ejercicio individual de los representantes territoriales de la política parlamentaria, en un territorio como el nuestro no es inmune y no puede ser neutral, ni de origen global, puesto que el territorio no es homogéneo, está fragmentado y diferenciado, como lo están los intereses, las necesidades y las oportunidades de desarrollo en cada una de las islas del archipiélago.

Romper con el nuevo “centralismo canario” es tarea de todos, en beneficio de todos. 

“Somos islas y solo tenemos el mar a nuestro alrededor”.