Redacción/La pesca recreativa es una actividad socioeconómica muy importante en Canarias, haciendo una aportación al PIB muy significativa mediante el pago de impuestos directos, y sirviendo de sustento para una gran parte de la población.

La isla de El Hierro no podía ser menos, teniendo expedidas un total de 1.654 practicantes de las diferentes modalidades, los cuales ejercen su actividad que sirve para el abastecimiento de pescado fresco al núcleo familiar, siendo una ayuda a las frágiles economías de los herreños.

Además de esto, la pesca recreativa para la isla de El Hierro supone una oferta turística considerable, ya que muchas familias de otros puntos del archipiélago canario arriban hasta aquí en busca de calma, tranquilidad y buena pesca. El perfil de este tipo de turista suele ser una familia de 3-4 miembros que tras gastar en pasajes de avión o barco, alquilan un apartamento para una estancia en torno a los 4 -7 días, aprovechando para descansar, relajarse, pescar y algo muy importante para los herreños: gastar dinero en los diferentes establecimientos de la isla.

Tras haber tenido una experiencia satisfactoria de su estancia en la isla, un alto número de esas familias repite nuevamente sus visitas, llegando a fidelizarse como turista habitual, haciendo los correspondientes gastos en cada una de sus estancias, atrayendo a nuevos visitantes entre su círculo de allegados.

La mejora de las infraestructuras portuarias en los últimos años ha atraído aparejado que la pesca recreativa tenga como destino a visitar la isla de El Hierro para la pesca desde embarcación en sus diferentes variantes (caña, submarina, curricán), abriéndose paso una nueva actividad económica.

En los últimos tiempos los pescadores recreativos han padecido una campaña denigrante contra su imagen por quien se considera propietario del mar y los peces que en él se encuentran, pidiendo absurdas limitaciones de días y demás ocurrencias a través de los medios de comunicación y redes sociales. Da la sensación que nos encontramos en un punto en que se nos ha olvidado que el mar es de todos, para cuidarlo y disfrutarlo, y que el hecho de ganarse la vida en él no lo hace dueño del mismo.

En la isla de El Hierro se da la particularidad que debido a una injusta y arbitraria ley que rige sólo en Canarias, la pesca submarina (la modalidad de pesca más sostenible según la FAO), no puede practicarse en ni un solo metro de aguas interiores, viéndose obligados los pescadores submarinos a recorrer largas distancias, no pudiendo pescar donde pescan otros recreativos con la misma limitación de capturas, además de pescadores profesionales, los cuales no tienen límite en su volumen de capturas.
Se ha extendido la creencia de que para ser respetuoso con el mar y parecer ecologista hay que evitar que los pescadores recreativos puedan pescar. Graso error por varias cuestiones, el mar es de todos, si hay que protegerlo hay que aplicar restricciones a todos. El pescador recreativo tiene un límite de capturas recogido por la legislación y sus capturas sirven para el autoabastecimiento. Y por último y no menos importante, la pesca recreativa aporta ingresos a las economías de la isla de manera directa como indirecta.

En nuestra isla tenemos el ejemplo claro de lo que es una privatización del mar con la Reserva, un lugar donde no se puede pescar desde embarcación como recreativo, pese a tener las limitaciones de capturas contempladas por ley, mientras se puede pescar con embarcación para extraer todas las capturas que se pueda siendo profesional. Incluso hay quien pretende poder coger lapas para comercializar con ellas, pero un recreativo no pueda cogerlas para comer, es eso una protección del medio?.
Para ser respetuoso y sostenible con el medio hay que subir las tallas mínimas a la madurez sexual, aplicar vedas por especies en período reproductivo y reducir la contaminación.

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