Redacción/El Cabildo de El Hierro, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), la Sociedad Cooperativa del Campo de Frontera y Frutas de El Hierro SAT 377/05, han suscrito un protocolo general de actuación para la recuperación de la producción de piña tropical en la Isla.

Instituciones y sector trabajarán de forma común para la recuperación de este cultivo clave para la economía del Valle del Golfo, en el municipio de La Frontera. 

Según ha informado el vicepresidente primero y consejero de Medio Rural y Marino del Cabildo herreño, David Cabrera, “se trata de un protocolo general de actuación que expresa la voluntad de todas las partes de trabajar de forma coordinada para lograr un objetivo común, que no es otro que el recuperar la producción de piña tropical, tan importante para la economía de nuestra isla”, afirma.

“Con la firma de este protocolo, nos comprometemos a llevar a cabo actuaciones comunes destinadas a la recuperación del cultivo que permitan extender si cabe la superficie que destinamos en la isla, mejorar su rendimiento económico y potenciar que se incremente el número de agricultores dedicados a la piña”, asegura Cabrera.

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“Con el esfuerzo de todos, debemos lograr mantener la sostenibilidad de este cultivo en el Valle del Golfo”, explica el consejero.

Entre las actuaciones previstas está la prospección e identificación del material a seleccionar de la variedad Roja Español; caracterización fenotípica y molecular del material; creación de un banco de germoplasma; propagación in vitro del material seleccionado; ensayos comparativos en campo, en especial para el control de la cochinilla y enfermedades asociadas al suelo que permitan solicitar la autorización excepcional del uso de los mismos y divulgación de los objetivos y resultados obtenidos, entre otros.

El Hierro es el principal productor de piña tropical a nivel nacional, sin embargo, tras cuatro décadas de cultivo, la piña herreña se enfrenta a distintos problemas, como la demanda del mercado de la variedad MD2, con problemas de cultivo; la modificación del tamaño y condiciones de la variedad Roja Española (la más cultivada en estos momentos) para que se ajuste a la demanda de los consumidores; y la necesidad de conseguir autorización para el uso de productos fitosanitarios que permitan luchar contra organismos nocivos en la propia planta y en el suelo de cultivo y la necesaria reconversión de la producción bajo normas de Gestión Integrada de Plagas o producción ecológica.