Por Raúl Álamo
“Ingrato es quien niega el beneficio recibido; ingrato es quien lo disimula, más ingrato es quien no lo devuelve, y mucho más ingrato quien se olvida de él”. Con esta frase tan elocuente definía el pensador, intelectual y político del Imperio Romano, Séneca, la decadencia de la sociedad romana que había perdido los valores de sus antepasados.
Este mensaje nos la podíamos aplicar los herreños con la figura de muchos ilustres de esta isla, que por la pasividad, falta de interés y alguna que otra mezquindad humana se van quedando en el olvido de la historia; al igual que uno pronunciado recientemente por el Papa Francisco en el que dice que “un pueblo que olvida su pasado, sus raíces, no tiene futuro. Es un pueblo seco".
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