Opinión

Ana Oramas: discurso para una academia

Por: Luciano Eutimio Armas Morales

“Podríamos tranquilamente hacer genuflexiones delante de un caballo y rezar” (Marc Chagall)

La verdad es que, al percibir el revuelo formado por el discurso de Ana Oramas en el Parlamento español el pasado día nueve y la repercusión mediática del mismo, me vino a la mente el célebre relato de Frank Kafka, cuyo título es traducido a veces como “Informe para la Academia”.

El relato, que en los años 2005 y 2006 fue llevado a los escenarios como monólogo por el actor José Luis Gómez, con notable éxito, trata sobre el discurso que, en la Academia, Pedro El Rojo dirige a los excelentísimos señores académicos, que le siguen con inusitado interés y regocijo.

Pedro el Rojo, en realidad es un chimpancé, que fue capturado muy joven en una selva de la costa de África y llevado dentro de una jaula en un barco hasta Alemania, y después de un acelerado proceso evolutivo, entra en el conocimiento de la palabra, aprende a hablar, luego aprende a escribir, y termina ingresando en una Academia, con un discurso en el que relata sus experiencias desde la época simiesca hasta su integración en la sociedad humana.

Quo Vadis Europa

Por Armando Hernández Quintero
El Pinar de El Hierro, 10-04-2020

Hace unos días los noticieros divulgaron, con gran profusión, las declaraciones del ministro de finanzas holandés Wophe Hoekstra, en las que opinaba, se entiende que expresaba la postura de su gobierno, sobre las ayudas, realmente sobre la proposición de la creación de los eurobonos, que han solicitado los países de la Unión Europea que han sido fuertemente afectados por la crises del coronavirus. Pues bien, el señor ministro no tuvo el menor empacho de aprovechar la oportunidad para, desde la torre de marfil de su supremacía calvinista, disertar y dar lecciones de ética y moral a los países del sur que solicitaron dicha creación, concretamente Italia y España, acusándolos de no haber sido estrictos en el manejo de las cuentas públicas, y de haberse gastado los dineros en copas y mujeres. Por supuesto, sin nombrar a nadie en particular, lo que es peor, ya que mete a todos los dirigentes y ciudadanos de la Europa meridional en el mismo saco.

En estos momentos...

Por David Cabrera*

De lo que se trata en estos momentos es de evitar que la cadena se rompa, y que lo haga, como suele ocurrir, por el eslabón más débil.

Si el confinamiento actual impide a muchas personas obtener ingresos, debemos ayudar también a reducir sus gastos. Esto, para empezar, es lo mínimo que se puede hacer.

No hay razón alguna que justifique que nos retrasemos en ayudar a las familias y las empresas necesitadas de nuestra isla.

Unidos hoy pero también mañana

 Por Narvay Quintero

Que la situación que estamos viviendo nos va a cambiar la forma de convivir en sociedad creo que es algo que todos tenemos claro. Cambiará el cómo nos vamos a relacionar con nuestro entorno, cómo entenderlo y cómo entendernos y según se alarga y se alarga este confinamiento ese cambio comienza a ser más presente. 

El coronavirus y el tiempo

Por Armando Hernández Quintero

El encierro le hace pensar a uno cosas que en otras circunstancias pasaban desapercibidas, o simplemente no les prestábamos atención. El tiempo, que hasta hace unos días se me pasaba rápido, se alarga y me da la sensación de que se congela y me obliga a tener que improvisar e inventar cosas para estar ocupado, mientras él sigue su curso hasta los doce de la noche cuando el sueño hace que nos olvidemos de su presencia. Sin embargo, al día siguiente vuelve a hacerse presente el problema, pues en eso se ha convertido, que nos obliga, encerrados en nuestra vivienda, a pensar como vivirlo o pasarlo sin que nos demos cuenta, puesto que de eso se trata, y a cavilar, podría pensarse que a reflexionar, sobre el tiempo, su naturaleza y su sentido.