Opinión

La Bajada del siglo XXI. Divulgar tradiciones

Por Luis Felipe Martínez.

Siempre me lo dicen “cada uno a lo suyo”, pero es que ya me pica el oído tanto Pinar, Pinar.

Leo y escucho declaraciones en los medios de comunicación y siento como las medias verdades, escondiéndose detrás de sentimientos, tradición y emociones tratan de desviar la atención de los herreños, cuando realmente son las directivas de algunos grupos las que están generando la discordia, justificándose cada uno como le parece sin aportar soluciones al problema real que vivimos. 

Yo, pertenezco a la Asociación Folklórica  Bailarines de El Pinar, fui presidente durante 7 años y me permito dar mi humilde opinión. No represento al grupo de bailarines de El Pinar, primero porque estos no son sus principios y segundo porque es percepción particular que, vistos los escritos, no se están enterando del mensaje.

La directiva del grupo de Bailarines de Sabinosa hace declaraciones que sobran; de todos es sabido el parentesco entre familias de El Pinar y Sabinosa, hermandad, sentimientos y arraigo. De todos es sabido que la música de El Pinar ha sido la música de Sabinosa durante décadas por la escasez de tocadores, emigración, despoblamiento, cosas que marcaron época en la isla. Y aunque las familias se distancian, esto nadie lo va a cambiar y menos el grupo de El Pinar, dejemos de momento a estos dos pueblos tranquilos. Cuente la razón verdadera a su pueblo, porque a lo mejor no lo saben. La relación entre los grupos de El Pinar y Sabinosa se rompió hace unos años por los motivos, que no interesan a los lectores, pero que ustedes están al tanto, pues sigue prácticamente la misma directiva. Se intentó en la Bajada de 2017, no deberían de sorprenderse de esta manera.

Si leemos, escuchamos y entendemos que mi opinión particular va dirigida a los bailarines y no a los sentimientos vividos por cada uno de forma personal, entenderán el verdadero mensaje que les quieren trasmitir estas nuevas directivas, que según el presidente del grupo de Sabinosa, son jóvenes sin experiencia en estos temas y me han demostrado que al contrario que nuestra generación, tienen las ideas muy claras, saben cuál es su cometido, escuchan a su pueblo y lo más importante, están hartos y no quieren heredar la bajada que esta generación de los años 60 les intenta inculcar. Quieren heredar las Bajadas vividas por sus abuelos y bisabuelos, donde, a pesar de penurias, hambre o frío, el traslado de la Virgen era respeto, sabían su cometido y cumplían el voto lo más fiel posible a su norma.  

Piensen un poco, cuando una persona nacida en el año 1925 (cumplirá los 100 a finales) les dice que la Subida de la imagen es lo más parecido a las Bajadas que vivió y recuerda de sus padres: Valverde entrega al Norte, los bailarines de Valverde se retiran. El Norte realiza su traslado y entrega a San Andrés; los bailarines de El Norte se retiran. San Andrés realiza el traslado para entregar a Isora y se retira. Isora entrega a El Pinar y se retira. El Pinar entrega a El Golfo y recoge en el Cepón. El Golfo se retira. El Pinar entrega a Sabinosa y se retira. Conclusión: Sabinosa a las 20,15 horas, sienta a la Virgen en su santuario después de un traslado fluido, donde cada grupo ha realizado su encomienda sin molestar y sin ser molestado.

Si tomamos como “Norma” el voto de 1741, las Bajadas han sufrido cambios y modificaciones por motivos anómalos, de adaptación a los tiempos y no deben convertirse en “Normas”, porque los tiempos siguen cambiando y la Bajada sufrirá nuevas modificaciones. Y lo está pidiendo a gritos.

Ya en el siglo XIX La Virgen de Los Reyes era trasladada a El Mocanal como única salida del núcleo capitalino, pero en la Bajada de 1917, según gastos de la cofradía de la Virgen, la imagen fue llevada al pueblo de San Andrés. Se desconoce el motivo. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1921 rompió la fecha establecida en el Voto por razones del Clero, ya que el Magistral, que debía predicar el novenario, no podía asistir en dicho mes y se celebró en el mes de junio. Agricultores y ganaderos protestaron ante el Ayuntamiento porque les fastidiaban las labores del campo que tenían durante ese mes; fue desestimada, ganó el clero. La Bajada siguiente volvió a su fecha habitual. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1925 cuenta cómo el pueblo de El Pinar sienta a la Virgen en el descanso de La Cruz de Los Reyes, acompañado de sus bailarines y San Antón. Como anécdota inusual, el pueblo de San Andrés con sus bailarines, portando a San Salvador y San Andrés, se acercaron también hasta el lugar. Continuando El Pinar con el traslado y antes de entregar la imagen a Azofa, se encontraron con vecinos portando las imágenes de San Pedro y San Isidro que venían al encuentro de la Virgen en las inmediaciones del Bailadero de las Brujas (Fireba). Y “no pasó nada”.

Por motivo de la Guerra Civil, se suspendió la Bajada de 1937. Fue en un pleno municipal en el año 1939 que se solicitó retomar La Bajada en mayo de ese mismo año. Para continuar con las fechas establecidas en el voto, solo pasan dos años y en 1941 se celebra de nuevo la Bajada. Y “no pasó nada”.

La Bajada de 1941 también fue algo especial. La visita por primera vez del Obispo a esta festividad, provocó que todos los bailarines de los diferentes pueblos fueran hasta La Villa en vez de quedarse en sus respectivas rayas, como era costumbre. Además, la imagen se desplazó a El Mocanal como era tradición y visitó los pueblos de El Pinar y San Andrés por primera vez. Y “no pasó nada”. 

La Bajada de 1945, según escritos, los pueblos de Valverde, El Mocanal y San Andrés llegan al alto de Malpaso después de gran esfuerzo por encontrarse con la Virgen. Y “no pasó nada”.

El primer cambio en las fechas de celebración de las bajadas fue en La Bajada de 1965. La cofradía de la Virgen alegó en aquel momento, que debido a la emigración de los herreños/as y la despoblación, se suponía que la existencia de peregrinos para acompañar a la imagen sería mínima y el mes de junio facilitaba la afluencia de estudiantes. He visto fotos de La Bajada de 1961 y solo aparecen 4 parejas de bailarines, alguno con su cigarro atravesado en la boca y sus chaquetas para atajarse del frío. Durante las siguientes 4 Bajadas, el mes de junio fue en el que se realizó esta festividad. No debería convertirse en “Norma”. Y “no pasó nada”. 

La Bajada de 1981 fue la primera en celebrarse en el mes de julio. Se sigue pensando en estudiantes, peregrinos y mes de vacaciones, pero no se pensaba en la afluencia de 30000 personas que nos visitan, 700 bailarines y una campaña de incendios en pleno mes de julio, lo que complica un plan de seguridad cogido con pinzas. Y “no pasó nada”. 

Nos está diciendo la experiencia de que no debería haberse modificado la fecha y, a día de hoy, con los transportes marítimos y aéreos que tenemos, es hora de regresar al Voto y las costumbres, volver a realizar las Bajadas en el mes de mayo como marca la tradición. 

Las rayas tienen un sentido y ahora cada uno le da el significado que le parece, según le interese. “Se creen dueños de su raya”, “la raya es algo ficticio”, "la Cruz de los Reyes es zona neutral”. ¿Desde cuándo? 

Muebles El Placer Pie

Explicar cuál es el significado de las rayas (todo el mundo que desconoce siente curiosidad), es nuestro cometido, es una norma de nuestro Voto para poder celebrar este traslado, se encomienda a cada comarca la custodia y acompañamiento de la imagen durante una parte del recorrido asignado, para garantizar en todo momento que la Virgen no se encuentre sola. Estas rayas han sufrido cambios, al igual, que los grupos se han dividido, pero la esencia está ahí. En cada raya es soberano el pueblo encargado del traslado y se acatan las reglas de los grupos. 

Antiguamente, Sabinosa entregaba en la raya de Binto al grupo de El Pinar. Comandados por sus alcaldes pedáneos, Taibique llevaba la batuta hasta El Cepón y las Casas recogían la batuta para entregar a Azofa en las Asomadas. Hasta las inmediaciones del acceso a la Albarrada, Azofa trasladaba la imagen para entregar a Valverde, donde el grupo de Tiñor se encargaban del resto del traslado hasta La Villa. Alpargatas viejas, penurias, comida la justa y con el cigarro en la boca llegaban de día. 

Actualmente, por separación o aparición de grupos al traslado de la imagen. El grupo de Sabinosa y el grupo de El Pinar se separan; la raya sigue siendo la misma. Los primeros inician el traslado desde el santuario y le pasan el relevo al grupo de El Pinar en la raya de Binto. Se suma al traslado el grupo del Golfo, reajuste de rayas, recogida en la raya de El Cepón y entrega en la raya de La Llanía. El Pinar pasa el relevo al grupo de Isora en la raya de La Mareta. Azofa se divide en grupo de Isora y grupo de San Andrés, con reajuste de rayas, recogida en La Mareta. Isora pasa el relevo a San Andrés en La Cruz del Niño y de ahí a cuatro esquinas. Se suma al traslado el grupo de El Norte, con reajuste de rayas, recogida en la raya cuatro esquinas, entrega en Tejeguete, coge relevo el grupo de Valverde y de ahí a La Villa. Y “no pasa nada”. 

Tal y como están las cosas a día de hoy, orgulloso de pertenecer a este pueblo y a este grupo de bailarines porque enseñamos a los/as jóvenes el legado y misión de nuestros mayores durante el traslado de La Virgen, que no es otra que, recogerla en Binto y cuando nos despedimos de ella en La Mareta, regresamos con nuestro santo y felices de haber cumplido la tarea, disfrutado de nuestra música, nuestra gente, volvemos a nuestra parroquia sin molestar y sin ser molestados. Tenemos 110 bailarines y 36 tocadores. En el camino no caben más, por favor. Los abuelos, cuando eran pocos, se ayudaban y cuando eran muchos se repartían. Ahora que somos muchos, usamos la filosofía de "no ayudamos, pero por lo menos molestamos", y así nos va.

Debemos ser un poco más inteligentes. Usar la palabra “inclusiva” para la Bajada es muy bonito, ojalá se pudiese cumplir, pero la fe no va con la ciencia y no puedes meter seis elefantes en un seiscientos por muy “inclusivo” que sea. No nos damos cuenta del mal que le hacen al recorrido, como es posible que el grupo de El Norte tenga que entregar la imagen al grupo de Valverde en Tejeguete y, solo por respeto, el resto de los grupos deberían echarse fuera para facilitar al que entrega y recibe en su raya, se quedan ahí plantados impidiendo un traspaso fluido, molestando y encima pretenden que les inviten a continuar. Los grupos de bailarines tienen que mentalizarse para que, cuando termine la parte de su traslado, se retiran y pasan el relevo. Para eso ensayamos con nuestro grupo, no podemos meter 600 bailarines en un camino. Si quieren acompañar a la Virgen hasta la Villa, nadie se lo impide, pero como todo peregrino, caminando. Cuando termina Valverde y sienta la imagen en la iglesia, los grupos le pueden hacer su venia si tan deseosos están y hasta la próxima.

Por favor, jóvenes directivas que no tenéis experiencia, callarle la boca a esta generación de carcamales que quedamos en activo, que empezamos las bajadas en la época, nos interesa porque nos conviene tener razón y olvidamos la verdadera “Norma”. Retroceder más en el tiempo, volver a los recuerdos, intentar, como he dicho, que el voto realizado por nuestros antepasados no se quede en historia.

El Sr. Lalo Elviro (leyenda viva de las Bajadas) ofrece propuestas inteligentes; parece que no interesan. Pues me sumo a nuestro vecino, tal y como están procediendo los grupos de bailarines, La Bajada del siglo XXI solo tiene una solución:

  1. Cada grupo en su raya. Venias más fluidas y entregas más rápidas.
  2. Por la medida anterior, la venia general innecesaria. No existía antes, no tiene por qué continuar.
  3. Si la Virgen ahora visita todos los pueblos, la parada de San Andrés no tiene sentido. No existía antes, no tiene por qué continuar.
  4. Retomar de nuevo la fecha del mes de mayo, como parte del voto y su tradición. Reduces el número de peregrinos y evitas la campaña de incendios, menos despliegue de cuerpos de seguridad, cruz roja, sanitarios, etc., con lo que facilitas el plan de seguridad tan complejo que tenemos. 

Solo con estas medidas ya le ganas más de dos horas al camino.

Como piñero, sabiendo que somos fieles a nuestras tradiciones, que todas estas discrepancias grupales no van con nosotros, pues tenemos claro nuestro cometido, el grupo está dando propuestas justificadas para que funcione nuestra Bajada que no se dicen. Dejen de darnos publicidad, no deseamos entrar en este enredo.

El señor Donacio Cejas dice, en su artículo, que Sabinosa está pagando el apoyo a El Pinar por lo acaecido en la bajada de 1993, tonterías de apoderamiento, derechos y propiedad de rayas que todos conocemos. El grupo de El Pinar y el de Sabinosa, al igual que el resto de la isla, ha crecido en número de componentes y ahora mismo no necesitan de ayuda mutua. Cada uno puede continuar su camino e inculcar su música y baile a sus predecesores. Y “no pasa nada”. Le comento a este señor que, con motivo del desmadre de la Bajada de 1989, se comunicó a los responsables de grupos, propuesta para realizar la bajada de 1993 desde el alto Malpaso a la Cruz de Los Reyes, todos juntos. Seguro que no se lo han querido contar. Sin opciones y sin discusión. Cuando llegamos a Malpaso, no había nadie. Fue cuando, bajando por las laderas hacia la Cruz, subían bailarines alentados por políticos y algún personaje sin escrúpulos, al grito “suban que es la raya de todos” "que se creen estos piñeros".… incumpliendo lo hablado. Desafiaron al grupo de bailarines de El Pinar, le quisieron humillar, delante de herreños/as y peregrinos, pero se encontraron con un obstáculo delante. El pueblo piñero estaba con sus bailarines y mandaron un mensaje muy claro: “aquí se respeta”. No nos hacía falta la tolerancia de las autoridades y de la iglesia, nos bastaba la razón.

Feliz Bajada.

Crónicas pretéritas: Jura de bandera de civiles

Por Donacio Cejas  Padrón.

Ayer tuve la suerte de participar en un acto precioso en La Plaza  de El Cabildo de Valverde,cuál fue la jura de bandera de un grupo de civiles el cual estuvo presidido por El Almirante Comandante del Mando Naval de Canarias, y con presencia de un contingente militar de El Ejército, Infantería de Marina, y Marinería, además de los tres alcaldes de nuestra Isla, el Vicepresidente de El Cabildo, y demás autoridades insulares, regionales y nacionales, con  asistencia también de Mandos del Ejército del Aire.

En mi época de juventud, al llegarme la edad militar, ya había emigrado a Venezuela y no tuve oportunidad, por lo tanto, de jurar fidelidad a  nuestra bandera, y ahora próximos mis ochenta años ha podido ver realizado mi deseo de hacerlo el día de ayer. 

Fue muy notable el grupo de personas, hombres y mujeres que  participamos en el acto patriótico, y doy gracias a Dios por haber podido vivir una sensación tan entrañable y singular, además de que el escenario de La Plaza de El Cabildo es sin duda el lugar más apropiado para    cualquier herreño, pues esa plaza tiene gran significación para todos los que hemos tenido la suerte de nacer en esta isla. 

Además del ritual militar, el acto tuvo un sentido de confraternidad entre las autoridades militares y los que juramos fidelidad a la bandera,  de aquí en adelante nos sentiremos más amigos, más unidos en el amor a nuestra patria, a nuestra isla, a nuestro pueblo, también hubo representación de La Iglesia con un Capellán Castrense, algo que es inherente a la tradición de nuestra patria. 

Entre los que juramos fidelidad a la bandera, lo hizo también nuestro estimado cura párroco de El Pinar, San Andrés e Isora D. Darvin, un venezolano de nacimiento, que nos orienta espiritualmente en nuestros pueblos con su ministerio sacerdotal quetanto le agradecemos.Su presencia  ayer entre los que participamos en el acto de  jura de fidelidad a la bandera, me hizo reflexionar una vez más sobre las consecuencias que tienen para los pueblos los malos gobiernos que obligan a muchos de sus nacionales a tomar el camino de la emigración de nuestro estimado párroco, tenemos también varios naturales de Venezuela y de otros países hispanoamericanos,  médicos, enfermeras y enfermeros, modestos empresarios, trabajadores de distintas ramas, que ya forman parte del conglomerado humano de nuestra sociedad, ya vemos los colegios de nuestros pueblos  llenos de niños y niñas con rasgos latinos que se han integrado perfectamente en nuestra sociedad y ya se sienten muy a gusto  en su nueva patria, que los acoge y los protege. 

Esa es la consecuencia de las políticas de gobierno equivocadas de varios de aquellos países, gobernados por fanáticos enloquecidos, que han llevado a sus países a la ruina. 

Muebles El Placer Pie

Las sociedades que progresan son las que practican la generosidad, la justicia, la tolerancia, la confraternidad, la convivencia ciudadana, ese es el mejor camino hacia el progreso social y económico.

Por eso me duele tanto lo que pasa en nuestra isla con los fanatismos pueblerinos, que tanto  daño le han hecho a nuestra  tierra, especialmente cuando llega el tiempo de La Bajada, invoco a los bailarines  y a sus representantes a un correctivo moral para que cesen en sus empeños de protagonismos estériles, las generaciones que nos precedieron nos han legado una

norma de respeto y concordia en los actos de La Bajada, y así ha sido siempre, por lo tanto, los que vivimos el presente sabemos  que todos estamos obligados a dar continuidad a la tradición fraternal heredada, y nadie tiene derecho a invocar privilegios ni posturas insolidarias, y hay obligación de adoptar normas de comportamiento acorde con lo que siempre fue La Bajada de La Virgen. Es uno a pena que los medios de comunicación social  nos estén dando noticias negativas y discordantes de las posturas de los distintos pueblos, que  influyen  indebidamente enel desarrollo de los actos programados, y cuyas noticias trascienden así fuera de nuestro marco insular.

Por sobre todo, hay que tener en cuenta, que La Bajada es una fiesta religiosa, y nadie debiera tener más protagonismo que la Sagrada Imagen, y nada se puede programar o acordar sin la colaboración  y la opinión de La Iglesia y sus representantes. 

Por cierto que últimamente he asistido a la inauguración de algunas obras en nuestra isla, y que observado con gran pena, que en los actos de tales inauguraciones no ha estado presente  algún representante de La Iglesia, es decir algún sacerdote para proceder primero que nada a la bendición de la obra realizada, algo  que es tradición  centenaria en nuestra isla, alzo mi protesta respetuosa sobre este particular.  

Nuestra isla tiene una tradición de hábitos religiosos continuados desde muchas generaciones, y no veo, por lo tanto, razón alguna para que las autoridades del momento hagan dejación de las normas que siempre han  existido  y que han sido  razón de sus tradiciones. 

Naturalmente respetando sus creencias y hábitos de vida, pero ellas serán de ámbito personal, y no por ellas están autorizados a cambiar unas tradiciones  que la mayoría de los herreños no quieren que se les alteren o cambien.

En el camino de la historia: Vámonos de Jira

Por Juan Jesús Ayala.

No eran muchas, generalmente dos al año. Una en primavera y otra en el verano. Se corría la voz que el próximo domingo, con motivo de la fiesta de la Caleta, la de Echedo o la de Candelaria en El Valle del Golfo, íbamos a ir de jira. Cada uno llevaba algo para de esa forma dar confección a la comida, donde la tortilla con berberechos y los flanes de tamatina nunca faltaban, así como un buen vino o una exquisita mistela. Se afinaban las guitarras y se sacaban, para orearlas, las alforjas. Y una vez que nos citábamos a las  ocho de la mañana en el Puente o en la Punta de  la Carretera, partíamos, al principio caminando y después ya en guaguas hacia el punto de destino. Lo hacíamos con la alegría propia de aquellos años de juventud, sabíamos que no podíamos demorarnos, ya que a la vuelta había que estar antes de que oscureciera cada uno en su casa.

Casi siempre, una vez que habíamos saboreado las delicias y entusiasmos de la jira, caminando por atajos y veredas para llegar a la playa de callaos o a la plaza de los pueblos y que la modorra nos hacía tumbarnos una siesta  espabilada por las canciones de entonces, lo que deseábamos era llegar pronto a la villa dado que muchas veces nos abrían las puertas del casino y así rematábamos con alguna pieza de baile aquel día de jira.

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Las jiras en la isla fueron una vía de enlace entre los de Valverde y la juventud de los otros pueblos, porque a pesar de tener la isla pocos habitantes, no se había desarrollado una relación convivencial adecuada. Pero las jiras engrandecieron y ensancharon el mutuo conocimiento. Y no solo eso, sino que aparecieron los noviazgos y las ilusiones de una juventud que veíamos  en la jira un fenómeno de reconocimiento social y que deseábamos que cuando se acababa el verano y habíamos ido a Temijiraque apareciera mayo con todo su esplendor para caminar todos juntos por  el Hoyo del Barrio camino del  Árbol Santo y entre la vieja leyenda y el futuro esperanzador tejer ensueños de isla y de vitalidad personal

principio de acuerdo entre los grupos de bailarines de la isla

Por DonacioCejas Padrón. 

Las noticias recientes de la televisión, dan cuenta de un principio de acuerdo entre los grupos de bailarines de la isla, con vistas a la celebración de la próxima Bajada de La Virgen. 

Esta es la noticia que todos hemos estado esperan do, no se concibe otra situación, es imperativo  ese acuerdo, el acontecimiento lo reclama y lo exige, no se podría entender otro escenario de confrontaciones y enfrentamientos, que solo producen situaciones de incomodidad y tristezas.

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Si miramos lo que ha venido ocurriendo en estos años, motivado por los bailarines, nos atrevemos a pensar, que quienes iniciaron el problema en el año 1,993, deben sentarse a reflexionar y considerar los graves daños que aquella acción ha producido a La Bajada y a nuestra isla, por lo tanto, no debieran incurrir otra vez en irresponsabilidades y divisiones, y actuar con prudencia y moderación, para que los herreños podamos celebrar La Bajada con alegría y fraternidad.

Ese es mi humilde consejo.

Las discordias entre los grupos de bailarines de cara a La Bajada

Por Donacio Cejas Padrón.

Los medios de comunicación nos dan cuenta diariamente de las divergencias y distintas posturas de los grupos de bailarines para la próxima Bajada de La Virgen. 

Sigo con prudente observación los manifiestos e informaciones de algunos grupos, y siempre con el debido respeto me permito dar mi opinión sobre el particular, sin ánimo de ofender a nadie, que no es mi estilo. 

Por mi avanzada edad, ya he vivido bastantes Bajadas, la primera de la cual tengo conciencia fue la del añó 1953, y así hasta ahora, y puedo decir que hasta 1,993 todas las celebradas, lo fueron con normalidad, salgo algunos desencuentros puntuales y locales en La Raya de La Mareta, pero sin grandes consecuencias. Y fue ese año 1,993, cuando de forma inesperada en Mal Paso, el grupo de bailarines de El Pinar, invocando un sentido de propiedad de su raya, prohibió que ningún otro grupo de bailarines, sino el propio, y el de Sabinosa acompañaran a La Sagrada Imagen en su llegada  a La Cruz de Los Reyes, pretensión esta que causó una parada de la procesión de varias horas, y que finalmente  continuó, pero habiendo aceptado las autoridades y La Iglesia misma la insólita pretensión, del grupo de El Pinar, rompiéndose así una tradición bien documentada por lo menos desde 1,945 de que los grupos de  los pueblos que lo desearan subieran a Malpaso  hasta encontrarse con la comitiva y después sumándose a ella. 

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Esa norma impuesta e indebidamente a mi juicio tolerado por las autoridades y por La Iglesia misma, ha prevalecido hasta ahora, es decir solamente El Pinar y Sabinosa entran con La Imagen a La Cruz de Los Reyes, ello ha significado que Sabinosa  ha dado por  valedero el derecho de propiedad de su raya,  invocado por El Pinar,  y que ello le permite disponer  a su antojo de quien puede  o no bailar en su raya.  Siempre se ha considerado que aquella decisión de Sabinosa de  unirse a El Pinar, sin ser solidario con los otros grupos,fue un error de comportamiento, y que seguramente algún día sufriría las consecuencias de su  proceder.

Mi particular concepto de la vida me ha dictado siempre, que los seres humanos, o los colectivos sociales, somos rehenes de nuestro pasado, y que lo que no hicimos bien, algún día alguien nos lo cobrará. 

Viene esto a cuento, porque ahora con las nuevas divergencias entre los grupos de bailarines de la isla, parece que el grupo de Sabinosa se siente perjudicado, según hemos oído a sus portavoces, y que han dirigido una carta a La Comisión  Organizadora de La Bajada, para que intervenga  en su favor, manifestando en tal correspondencia, que las rayas no son propiedad de ningún grupo, y que por lo taanto no tienen el derecho de disponer de como han de programarse el baile de los distintos grupos.

Curiosos destinos de la vida, como cambian los tiempos, que tarde se ha dado cuenta Sabinosa del error cometido en 1993, y como le duele ahora el trato recibido, que fue el mismo que recibieron los demás grupos en ese año.