Opinión

¿Y el colegio pa’ cuando? 2.0

Por David Cabrera de León.

Hace nueve meses, escribíamos sobre la urgente necesidad de un nuevo colegio para Valverde. Era diciembre, y la comunidad seguía esperando respuestas que no llegaban, promesas que se diluían en el tiempo, mientras el curso escolar continuaba adelante, arrastrando las mismas carencias de siempre. Hoy, con el inicio de un nuevo ciclo académico, la pregunta sigue en el aire.

La comunidad educativa de Valverde y las instituciones herreñas llevan desde el año 2011 señalando la urgencia de reemplazar un colegio que ya no cumple con los estándares mínimos de funcionalidad y modernidad, haciendo oír su voz y exigiendo un centro que esté a la altura de las necesidades actuales. No estamos hablando de un capricho o un lujo, sino del derecho a una educación de calidad en un entorno adecuado. 

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El Gobierno de Canarias se comprometió en el inicio de su legislatura a trabajar en este propósito

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y lo recordó en su visita a la isla el pasado mes de marzo, hace ya seis meses. A pesar de las reiteradas solicitudes, la respuesta ha sido siempre la misma: promesas y más promesas, pero ningún avance tangible. Mientras tanto, los estudiantes, personal docente y no docente, continúan asistiendo a un colegio que, después de casi medio siglo de servicio, está más que desgastado. Los problemas de infraestructura, la falta de espacio y la insuficiencia de recursos son solo algunos de los obstáculos que enfrentan a diario.

Sin hablar de las obras de accesibilidad del edificio que se pusieron en marcha en 2021 y aún no han finalizado. Lo que comenzó como una mejora rápida y efectiva para garantizar el acceso inclusivo a todos los estudiantes, se ha convertido en otro ejemplo más de la ineficiencia y la falta de compromiso. ¿Cuánto más se va a dilatar una obra que debió ser prioridad desde el primer momento?

Cada inicio de curso sin noticias concretas es un recordatorio de que la educación en la isla no está recibiendo la atención que merece. El compromiso con la enseñanza debe ser real y urgente. Se debe actuar ya, sin más dilaciones ni excusas. Es hora de que esa pregunta obtenga una respuesta clara y, sobre todo, una acción concreta. 

Palos en las ruedas

Por Alfredo González Hernández.

Poner palos en las ruedas del carro de alguien significa, según el refranero popular, poner dificultades importantes en la labor de otra persona o entidad, obstaculizando o paralizando sus objetivos. Aunque claramente obstruccionista, este tipo de comportamiento siempre tiene alguna justificación poco ética por entorpecer o imposibilitar el progreso del que es mirado como rival. En vez de favorecer o de ejercer una competición limpia y noble a favor de la comunidad, se opta con frecuencia por poner zancadillas al contrincante. En definitiva, poner pegas u obstáculos a proyectos y actividades de otras personas resulta, por desgracia, comprensible si apelamos al lado oscuro de la naturaleza humana, aunque nunca justificable.   

Todo esto viene a cuento por la reacción de una parte minoritaria de la población herreña ante la propuesta del Gobierno del Estado de crear un Parque Nacional Marino en nuestra isla de El Hierro, manifestándose unas trescientas cincuenta personas que habían sido convocadas por la “Plataforma de afectados por el Parque Nacional Marino”, precisamente semanas después de haberse publicado por el Ministerio información amplia y suficiente para poder presentar  alegaciones al proyecto en un proceso de información pública que culminará dentro de varios meses y que terminará en las Cortes con la consiguiente aprobación de una ley. Es, por tanto, un proceso largo, democrático y aún abierto a que se produzcan cambios después de ser oídos los sectores directamente afectados y las personas que lo deseen después del trámite de información pública en curso, aportando sugerencias de modificación o, simplemente, su oposición.

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Siendo esto así, muchos nos preguntamos por qué se ha producido esta extemporánea reacción que ha contribuido a sembrar más dudas en asuntos, como el de la pesca con caña o submarina, que no se ven afectadas por las últimas propuestas del proyecto; cuando lo más congruente y sensato hubiese sido aprovechar la concentración para deshacer dudas aportando información. 

Se insistía en la manifestación, en la escasez de información, al mismo tiempo que se coreaba ¡No al Parque Nacional Marino!, en una clara contradicción: "oponerse a algo que no se conoce suficientemente". Se habló de mentiras sin explicar bien en qué consistían. Se insistió en que no se quiere oír a la población herreña y en que se está tratando de imponer algo que los herreños no quieren, con una clara intromisión de los de fuera, negándole con ello al Estado el derecho y la obligación de actuar en asuntos que son de interés público ignorando que en un Estado de derecho la voluntad popular se ejerce a través de sus representantes políticos legítimamente elegidos, debatiéndose en las Cortes entre los partidos con representación parlamentaria si se aprueba o no el proyecto de ley de Parque Nacional Marino propuesto por el gobierno, modificándolo si fuera necesario. Cuando se exige por algunos partidos políticos “que se oiga al pueblo herreño” como condición sine qua non para ser tramitado el proyecto del Parque Nacional, no se explica que se entiende por “oír al pueblo” ¿Un referéndum? No recordamos que en la ya dilatada vida democrática de la isla que se haya exigido por colectivo u organización alguna, como se hace ahora, que se oiga al pueblo para que una administración emprenda una iniciativa, a pesar de que durante este período se hayan tomado decisiones trascendentales para la isla en materia medioambiental: la creación de los  siete espacios naturales protegidos en virtud de  la ley de Espacios Naturales de Canarias, El Hierro como Reserva de la Biosfera y Geoparque, la creación de la Reserva Marina, etc.. Hemos de tener en cuenta que en España no están contemplados los referéndums locales vinculantes. No se puede desconocer que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del portal web del ministerio, ha abierto un periodo de consulta a interesados para promover la participación pública de manera previa al inicio de los trámites para la declaración del Parque Nacional. El objetivo de esta consulta es recabar la opinión de particulares, organizaciones y entidades interesadas respecto a dicha propuesta. Es decir, consulta sÍ habrá y se oirá a quien quiera expresarse.

Reconociendo el derecho de opinión y manifestación de todos, como no podría ser de otra manera en un Estado de derecho, no cabe duda que existen componentes políticos evidentes. El protagonismo de la AHI y del PP en la manifestación era evidente a través de la presencia en primera línea de destacados líderes y cargos públicos de ambos partidos, además de la conocida militancia insularista del líder de los convocantes de la manifestación. El posicionamiento inequívoco de estos partidos estaba avalado por las declaraciones que se venían realizando con anterioridad.

La participación activa de los partidos en los movimientos sociales es encomiable y es de agradecer, pero cuando las explicaciones son ambiguas, contradictorias o inexistentes en algunos casos, es legítimo pensar que se puedan estar poniendo palos en las ruedas”, que esté primando más el obstaculizar un proyecto bueno para la isla ante la posibilidad de que otro se “apunte el tanto”.  

Es importante advertir que en este tipo de concentraciones la motivación de los asistentes para hacer presencia en ellas es variada: los hay que van con la avidez de obtener información ante dudas que les embargan; los hay curiosos en busca de anécdotas inesperadas; los hay con la firme convicción de que su asistencia contribuye a evitar algo que perjudicaría a la isla..., pero también los hay que van con la única razón de "colocar palos en las ruedas", guiados por aquello de si el otro pierde, yo gano”, todos en el respetable derecho a defender sus opiniones, el mismo derecho que tienen los que creen que el Parque Nacional Marino es una oportunidad que la isla debe aprovechar. 

Si las zancadillas en el fútbol llevan aparejada la tarjeta roja, en la vida pública son las personas quienes deben actuar de árbitros y no dejar impune el juego sucio de algunos de sus representantes.

En el camino de la historia: La satisfacción  de releer

Por Juan Jesús Ayala.

En determinadas épocas es una satisfacción releer libros sobre los que se ha depositado una cierta necesidad para que  una vez leídos no estén en los anaqueles de la biblioteca como testigos impertérritos de lecturas pasadas, sino que es necesario darles vida a través de la relectura, al menos determinados capítulos, que   utilizamos como consulta donde el impacto de su pensamiento, crónicas,  investigaciones, e interpretaciones de una realidad que se hace permanente día a día nos reconforta.

Me reencontré, una vez más con “Memorias de otro desmemoriado” de José Padrón Machin donde relata episodios de su vida;  como “El Hierro, Séptima Isla” que es una serie de artículos sobre la isla que  publicó en el periódico “La Tarde”, lo que abrió una nueva página de amistad y respeto hacia su persona.

Los libros de investigación tanto costumbristas como los andares de la política en diferentes siglos tanto los de Carlos Quintero Reboso como de Venancio Acosta Padrón son fundamentales, sin olvidar el último libro de Carlos, “Personajes herreños del siglo XX”, el cual tuve el honor  de presentar en  el Cabildo herreño , además, de  encargarme el capítulo referente a  la maestra, doña Inocencia Durán Casañas.

Al haber obtenido la Licenciatura de Medicina en la Universidad de Salamanca   donde concurrimos muchos canarios que compartimos vivencias tanto en lo referente a exámenes, y comentarios sobre sabios profesores que tuvimos en las diferentes asignaturas de la carrera; andando el tiempo uno  de aquellos canarios, José  Nicolás Boada Juárez, nacido en Ingenio llegó a ser catedrático de la Facultad de Medicina de  la Universidad de La Laguna y su libro “La  sabiduría de las piedras doradas” donde expone sus vivencias incidiendo sobre Salamanca en las diferentes facetas, tuve, así mismo, el honor de colaborar en  su presentación en el Círculo de  Amistad XII de enero en 2018 donde  volvimos a recordar diferentes vicisitudes de nuestra vida universitaria y de amigos comunes que fueron referencia de amistad y de nobleza,  como Norberto Martínez- Pardo Sosa.

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Y sobre la confusión que existe en la política canaria donde la perspectiva que tenemos al estar en una zona caliente del Atlántico donde llegan inmigrantes de  países en guerra contante,  el libro “Perspectivas de guerra civil” de Hans Magnus Enzensberger, figura polifacética como uno de los representantes del pensamiento alemán de la postguerra, publicado en 1994 no deja de tener actualidad donde relata como siempre sucede lo inesperado y los brotes de  confrontación de guerra inaplazable hace posible que desde zonas aledañas circulen gestos de incomodidad a territorios cercanos, en este caso a los nuestros; así mismo  sobre el escaso o nulo  compromiso que se adquiere con los gobiernos de Canarias, el libro “Desde la perplejidad” de nuestro recordado  profesor, Javier Muguerza, Catedrático de Ética  en la Universidad de La Laguna que lo fue más tarde en la Universidad Nacional de Educación a Distancia,  nos alumbra y a además previene lo que de momento solo se recogen discusiones vergonzantes donde solo se plantean propuestas partidistas  descaradamente marcadas por la incoherencia de las mismas  por lo que nos  espera  es un escenario no para el orden y las soluciones humanitarias sino  para la perplejidad que no nos abandona.

Lo mismo que dentro de la política donde abunda el sentimiento del odio constituyéndose prácticamente la “odiocracia” como un nuevo  sistema de gobierno  releemos el capítulo dedicado a este sentimiento de nuestro maestro, Catedrático de Psiquiatría en Córdoba, Carlos Castilla del Pino, “Teoría de los sentimientos”  que nos deja un mal cuerpo que mitigamos al momento cuando  nos acercamos una vez más a  las páginas en su totalidad  del libro de Aurelio Ayala Fonte “Un hombre, un médico, una isla” donde el entusiasmo y la gratitud no cesa hacia la vida de un hombre, tanto la de Aurelio como la mía particularmente al médico pleno de intelectualidad y sabiduría profesional: Juan Ramón Padrón Pérez, que siempre quiso desarrollar su actividad  como médico, como así fue, en   su isla de El Hierro. 

O la obra literaria de don Valentín Padrón Espinosa nuestro profesor de matemáticas   donde en sus  momentos  vivió una historia plena de creatividad, de poesía fraguada  a golpe de intuiciones, utopías, anécdotas, y decepciones, pero siempre impregnada del tiempo en que fue concebida su  creación, pero que aquel tiempo no acabó, su alcance es inconcluso. 

Es evidente que siempre no hay momentos propicios para releer,  pero volver a los libros que inconscientemente se descuelgan de los anaqueles de la biblioteca es como si estuvieran a la espera de una nueva acotación a pie de página porque en ellos siempre hay algo que descubrir lo que los hace imperecederos y dispuestos a  producir una  grata satisfacción. 

En el camino de la historia: La seriedad, un valor en decadencia.

Por Juan Jesús Ayala.

Cuando en la historia, en sus capítulos anteriores al siglo XXI se decía “es una persona seria, puedes confiar  de todas, todas” y, sobre todo, cuando se estaba en puertas de firmar un contrato, en recibir con puntualidad el préstamo que se había solicitado a personas que podían disponer de dinero, cuando los bancos apenas existían  y para pequeñas cantidades se recurría para alguna perentoria necesidad, no existía problema alguno porque la seriedad en aquel momento era una característica que obligaba y se respetaba.

Con esto  quiero decir que  aquella seriedad ha bajado de tono y habrá que pensar que, ateniéndonos a los que asumendeterminada responsabilidad política y profesional, algunos carezcan de este valor personal que implica formalidad,  dignidad, rigor,  sensatez y rectitud.

O sea que según su historial  tanto profesional como político al que  asume estas características se puede confiar plenamente que su palabra es ley, que su predisposición la va a ejecutar tal cual juramento que haya hecho, pero se puede estar ante los que si se equivocan es porque los acontecimientos se han torcido y lo que suponía que iba a gestionar o arreglar, causas ajenas a su voluntad han impedido que pudieran llevar a efecto su promesa o su trabajo en una colectividad que en ese momento podría verse frustrada, que pudiera  suponer una ruptura  por desconfianza. Al contrario, paradójicamente, no se construía una teoría para la sospecha, se le alentaba para que en esa misión o función que fue camino del fracaso, podía contar con más  apoyo, si  fuera necesario, de esa colectividad. 

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Hoy se echa de menos  que todo  vaya por el camino de la seriedad, pero muchas veces ante los discursos que se oyen, ante las promesas que se dictan y ante las soluciones que se van a adoptar a determinadas situaciones que abordan y comprometen la viabilidad del proyecto, no siendo en aquellos  que no tienen otra  alternativa que creer en la virtualidad de ese proyecto que va a ser realidad y, además, como argumentario a desarrollar  repiten como si fuera una sola voz.

Pero cuando los fracasos ocurren por falta de seriedad  ante pronunciamientos que se dicen , ante proyectos se van a realizar y  se hacen a espaldas  de la gente y no se cuenta con  todos los  implicados  y la seriedad se escurre, sí que pudiéramos estar  elaborando una teoría no solo para la sospecha sino para la desconfianza.

La verdad siempre es problemática y muchas veces difícil. El error es una amenaza permanente, pero no es lo peor, el riesgo más grave es la mentira. Y estar siempre bajo la sospecha que la mentira es la mejor verdad, que es  lo que se puede ofrecer muchas veces como camuflaje de contubernios políticos donde el poder no se esconde, sino que  defiende esa mentira a toda costa aún con gesto adusto y serio se puede comprometer  a importantes cuestiones de gobernabilidad sin tener en cuenta  el ir en contra del resto  al que  se supone  se le podrá convencer con una nueva mentira donde la seriedad, una vez más, brillará por su ausencia. 

Turismo

Por Luciano Eutimio Armas Morales.

Recibí una invitación para participar en un coloquio sobre Turismo, a celebrar hoy en el local del CIT en Tigaday. Un asunto muy interesante, muy de actualidad, y últimamente también polémico, que representa casi la mitad de la economía en Canarias. Lamento no poder asistir por encontrarme fuera de la Isla, pero quiero de alguna forma expresar mi opinión por este medio.

El turismo como actividad podemos enfocarlo desde el punto de vista sociológico, medioambiental o económico entre otros, pero yo quiero centrarme en su vertiente económica, generadora de riqueza y empleo, que es la que normalmente prevalece en los objetivos, programas y presupuestos de las administraciones, y en las derivadas de esa actividad económica del turismo, de lo que suele llamarse  turismo de masas.

Todos los días vemos en los medios, las noticias de los millones de turistas que llegan batiendo récords de años anteriores y de crecimiento de la economía gracias el motor del turismo. Decía el periódico La Provincia el pasado 17 de agosto en primera página, que “El turismo lleva a las islas a fuertes niveles de mejora económica”. Pero, mejora económica, ¿Para quién? Porque habla de un crecimiento récord del PIB del 3,7 % anual.

Continúa exponiendo que Canarias superó los siete millones de turistas en seis meses, y después de citar otros parámetros triunfalistas, concluye diciendo que hemos obtenido una cifra récord de facturación de 11.077 millones de euros. 

Pero … ¿A donde van a parar esos once mil millones de euros? Porque por muchas cifras triunfalistas que nos vendan, a nosotros lo que de verdad más importa es el bienestar de los ciudadanos canarios. ¿O no? 

JUAN EL DE SABINOSA.

Creo que, para entenderlo mejor, podríamos poner el ejemplo de un ciudadano, de lo que llaman clase media y trabajador por cuenta ajena. Pensemos en Juan el de Sabinosa, un personaje ficticio, por supuesto, que vive en Sabinosa en una casa que heredó de sus padres y acondicionó y amplió, y trabaja en La Caleta en el mantenimiento de una flota de vehículos de alquiler. 

Dispone de un vehículo propio VW Golf para su uso particular y para desplazarse cada día a su trabajo, teniendo que recorrer setenta kilómetros diarios en trayecto de ida vuelta por la carretera HI.5, cuyo mantenimiento lleva el Cabido Insular de El Hierro.

 Casado, su esposa es funcionaria del ayuntamiento de Frontera, y tienen dos hijos que estudian en el colegio de Tigaday.  Durante el verano y las vacaciones de sus hijos, los llevan a veces a bañarse a las piscinas de La Maceta, donde hay un socorrista a nómina del ayuntamiento de Frontera, y unos baños y vestuarios, construidos por el ayuntamiento, y con servicio de limpieza a cargo también del mismo ayuntamiento.

Alguna vez van a la Hoya del Morcillo, o a Hoya del Pino, que son espacios de ocio acondicionados por el Cabildo, y que disponen de personal de limpieza, de vigilancia, e incluso de facilitar leña para las barbacoas, a cargo así mismo del presupuesto del Cabildo Insular de El Hierro. Este año fueron además una semana de vacaciones a Fuerteventura con los niños, lo cual no deja de ser en cierto modo un privilegio, porque el cuarenta por ciento de los canarios, no han podido disfrutar de vacaciones.

De los dos mil euros mensuales en la nómia Juan el de Sabinosa, le descuentan cuatrocientos como retención de IRPF, porque con esos impuestos hay que pagar la sanidad, la educación, la seguridad ciudadana, las pensiones, y también el mantenimiento de la carretera HI.5, los socorristas y personal de limpieza de baños y vestuarios de La Maceta, el personal de vigilancia y mantenimiento de El Morcillo o la Hoya del Pino, entre otros conceptos.

Además del impuesto de IRPF que le descuentan, Juan el de Sabinosa paga muchos otros impuestos, entre ellos el IGIC, cuando por ejemplo le pone gasolina a su VW Golf. Los setenta kilómetros diarios que recorrer para ir a su trabajo, le suponen un consumo de combustible de cinco litros de gasolina, que a 1.60 €/litro, los veinte días que tiene que ir desde Sabinosa a La Caleta, le cuestan 160,€.

¿A dónde van a parar esos 160,€? Aproximadamente, 80,€ es el coste del combustible, y 80,€ son impuestos. Resumiendo: Juan el de Sabinosa, paga todos los meses 80,€ de impuestos para ir a su trabajo.

OLIVER WILSON

Pongámonos ahora en la piel de Oliver Wilson. Un trabajador inglés en una empresa de fabricación de prendas deportivas, de la que percibe 2.250 libras esterlinas mensuales, que le suponen 1.732 libras netas, equivalente a 2.000€ aproximadamente, casado y con dos hijos, y cuya esposa trabaja en una perfumería. 

 Este año han decidido pasar una semana de vacaciones en un hotel de Costa de Adeje en Tenerife, para lo cual toman un vuelo directo, Manchester - Reina Sofía, que cubre una ruta de vuelo de 3.900 km. El consumo medio de queroseno del avión por cada pasajero, es de aproximadamente tres litros por cada 100 km. Es decir, que en el trayecto Manchester Tenerife, Oliver Wilson contribuye a que el avión consuma 117 litros de queroseno, más litros 117 litros a la vuelta, y multiplicado por cuatro miembros de familia, supone un consumo total de 936 litros de queroseno al pasar sus vacaciones en Tenerife. 

¿Y cuánto cuesta un litro de queroseno para aviación? Para Jet.A1, el precio aproximadamente es de 1,98 €/litro, y está prácticamente exento de impuestos. Si al coste de los 936 litros de queroseno que consume la familia Wilson en su viaje a Canarias, le aplicasen el 21,€ de IVA, tendrían que pagar 389,€ € más por sus billetes. Pero pagan cero IVA, poque por la competitividad del sector y el impacto económico, los gobiernos han decidido no cobrar esos impuestos al combustible para aviación, Pues cero. El combustible de aviación, está prácticamente exento de impuestos.

Así pues, a ve si logramos entenderlo. Juan el de Sabinosa, paga todos los meses 80,€ de impuestos, por ir en su coche a trabajar de Sabinosa a La Caleta. Y Oliver Wilson viene desde Manchester a Tenerife con su familia, consumen 936 litros de queroseno y no pagan impuestos, y eso, sin hablar del impacto medioambiental, que esa es otra derivada, y muy importante, por cierto.

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LA TASA TURÍSTICA

Pero es que todavía hay más. Imaginemos que la familia Wilson, decide pasar unos días en El Hierro: Van a bañarse a La Maceta, usan los vestuarios y las duchas, y el baño de sus hijos es vigilado por un socorrista. Van a la Hoya del Morcillo, usan leña para la barbacoa que ha sido preparada por personal de medioambiente, con personal de limpieza y de vigilancia a cargo del Cabildo Insular, y circulan de Valverde a Frontera, por una carretera cuyo mantenimiento lleva el Cabildo. Y todo eso gratis, porque los paga Juan el de Sabinosa con sus impuestos. ¿No sería justo, que ese turista que viene a Canarias a disfrutar de sus playas, su clima, y sus espacios naturales, pagase una cuota para contribuir a su mantenimiento?

Es la conocida como Tasa Turística, que cobran en muchos países y ciudades, no solo porque parece justo, sino para tratar un poco de frenar el excesivo flujo de visitantes que terminan colapsando el destino turístico. Vendrían menos turistas, pagarían más, tendríamos menos presión sobre el territorio, y saldrían en conjunto beneficiados los ciudadanos de Canarias.

¿Y por qué el gobierno de Canarias se niega a implantar la tasa turística que han implantado en muchos destinos turísticos? Porque lo que defiende no es el bienestar de Juan el de Sabinosa, y cientos de miles de canarios como él. Lo que defiende es la política de un crecimiento sin límites, que a quién beneficia es a otros que, normalmente, no son canarios. Defiende a los depredadores de nuestro territorio y nuestras costas, porque eso da mucho beneficio a corto plazo. 

Por ejemplo, cuando el Estado abre expediente sancionador y de caducidad de la concesión a los hoteles Riu construidos en el espacio natural protegido de las dunas de Corralejo, invadiendo dominio de costas y además ampliado ilegalmente, el gobierno de Canarias contesta exigiendo el traspaso de esas competencias, recurriendo incluso al Tribunal Constitucional. ¿Lo hace por defender el medio ambiente y los intereses de nuestra tierra representados por los muchos Juan el de Sabinosa de Canarias? ¿O lo hace para defender los intereses de RIU?

EL QUE PARTE Y REPARTE, SE QUEDA LA MEJOR PARTE.

Decía el reportaje de La Provincia, que la facturación del sector turístico en los seis primeros meses en Canarias, había sido superior a once mil millones. ¡Que se dice pronto! ¿Y a donde van a parar esa cantidad astronómica de dinero que provoca tanta euforia y titulares de prensa? 

A mejora de servicios sociales e infraestructuras, parece que no. Al conjunto de los canarios, parece que tampoco. Resulta que cada año llegan más turistas que dejan más dinero, sin embargo, en Canarias tenemos en términos generales, la peor educación, la peor sanidad, la mayor precariedad laboral, las mayores desigualdades …

Y la solución que dicen algunos, es construir más hoteles y urbanizaciones, para crear mas puestos de trabajo, que como el crecimiento vegetativo en Canarias no lo da, tendrán que venir trabajadores de Sudamérica, de Europa del Este, de los países ribereños africanos… que algunos traerán sus familias, y demandarán más servicios sociales, sanidad, educación, infraestructuras…  Y cada vez, más precariedad laboral, más desigualdades … 

¿En que beneficia a Juan el de Sabinosa, el hecho de que se batan récords de visitantes, de vuelos internacionales, de facturación a turistas, de índices de ocupación en hoteles, etc. etc. etc.? ¿Recibe algo de esa lluvia de millones que caen sobre Canarias?

Me parece necesario aclarar, que el turismo es una actividad económica dinamizadora y beneficiosa, cuando se gestiona desde el propio destino. Hay muchos destinos, que controlan y modulan el crecimiento turístico. Y tenemos el ejemplo en nuestra isla, con hoteles ciudad, hoteles familiares, hoteles emblemáticos, como El Boomnerang, el Ida Inés, el Punta Grande, el Mocanal, el propio parador de turismo, algunas casas rurales.  Cumplen esa función dinamizadora a pequeña escala, y están además en parámetros de sostenibilidad. Ese es el tipo de turismo que necesitamos, no el turismo de masas, depredador de territorio y cuyo crecimiento desmesurado termina por colapsar el propio destino.

Se publicaba hace unos días informaciones de prensa británica, en la que decía que Canarias ya era un destino muy masificado, y que el futuro, con las mismas ventajas de Canarias y menos masificación, eran las islas de Cabo Verde.

LA INDUSTRIA DE LOS POBRES

Algunos comunicadores hablan de la industria turística, equiparándola a la que cuenta con medios y tecnología para crear riqueza en base a la transformación de materias primas. Pero si el turismo de masas es una industria, es sin duda la industria de los pobres. De los que no tienen conocimientos, recursos ni tecnología. De los que para sobrevivir venden su tierra, su paisaje, su naturaleza sus costas a otros, para luego trabajar de camareros o de jardineros con ellos. Son estos lo que parten y reparte, y se llevan la mejor parte: El lobby de las compañías aéreas, el lobby de la energía y el transporte, el lobby de las grandes cadenas hoteleras.

Porque en realidad, estamos gobernados por esas grandes corporaciones de la energía, del armamento, de las tecnológicas, de las farmacéuticas, de las financieras. Por las razones que sea, que son evidentes, a algunas les interesa que vuelen muchos aviones llenos de pasajeros. Y para eso es necesario que no paguen impuestos, y que Oliver Wilson y su familia, puedan viajar a Canarias y disfrutar de lo que los Juanes de Sabinosa, que son muchos, les facilitan con sus impuestos. 

LA INDUSTRIA DE LOS POBRES

Algunos comunicadores hablan de la industria turística, equiparándola a la que cuenta con medios y tecnología para crear riqueza en base a la transformación de materias primas. Pero si el turismo de masas es una industria, es sin duda la industria de los pobres. De los que no tienen conocimientos, recursos ni tecnología. De los que para sobrevivir venden su tierra, su paisaje, su naturaleza sus costas a otros, para luego trabajar de camareros o de jardineros con ellos. Son estos lo que parten y reparte, y se llevan la mejor parte: El lobby de las compañías aéreas, el lobby de la energía y el transporte, el lobby de las grandes cadenas hoteleras.

Porque en realidad, estamos gobernados por esas grandes corporaciones de la energía, del armamento, de las tecnológicas, de las farmacéuticas, de las financieras. Por las razones que sea, que son evidentes, a algunas les interesa que vuelen muchos aviones llenos de pasajeros. Y para eso es necesario que no paguen impuestos, y que Oliver Wilson y su familia puedan viajar a Canarias, a costa de los impuestos que Juan el de Sabinosa si paga, para mayor gloria y beneficio de las compañías aéreas.