Opinión

Crónicas pretéritas: Cesa en su actividad comercial Dña. Antonia Hernández, viuda de D. Pedro Morales

Crónicas pretéritas de mi pueblo de Valverde.

Por Donacio Cejas Padrón (2005).

Desde hace bastantes décadas, ha sido D" Antonia en su comercio de Valverde una referencia obligada para que las familias de toda la isla acudan a su espacioso establecimiento comercial situado en El Puente a adquirir las prendas de vestir tanto para mayores como para niños, y enterado de que la misma va a cesar en breve en tal actividad, gustosamente he pensado dedicarle mi modesta crónica del mes de abril a Dña. Antonia, por saber que la citada empresaria merece el reconocimiento y la gratitud de muchísimos herreños y herreñas que por tantos años han tenido en ella una asesora razonable a la hora de adquirir las prendas de vestir, y trataré también con los datos e informaciones que poseo hacer un breve recorrido en el tiempo, para contar cómo fueron sus comienzos en la actividad comercial.

Estuvo casada Dña. Antonia con D. Pedro Morales, natural de San Andrés, joven emigrante a Cuba en las primeras décadas del siglo pasado, el cual allí se formó técnicamente como químico azucarero, alternando el trabajo con el estudio, y logrando merced a su esforzado trabajo reunir cierta cantidad de dinero a la vez que también adquirió conocimientos sobre la actividad comercial. De regreso a El Hierro, puso D. Pedro una tienda mixta en San Andrés, en la cual obtuvo buenos resultados económicos, pero su visión avanzada de la vida le impulsó a trasladarse a Valverde, donde consideraba que naturalmente habría más posibilidades de progreso y consolidación, pues en aquella época, Valverde, además de la capital administrativa y cultural de la isla, también contaba con los mejores comercios, a los cuales acudían periódicamente los habitantes de la isla a efectuar sus compras, especialmente venían los días de correo entendiéndose como tales los días que los barcos correíllos nos visitaban y que habitualmente eran dos días a la semana. Instaló su comercio en los bajos de la casa de Dña. Inocencia Durán, en la calle principal de Valverde, pronto se casó con Dña. Antonia, bella joven de El Mocanal, la cual además de esta y otras muchas cualidades humanas, resultó ser una singular vendedora que en pocos años hizo prosperar su establecimiento. En 1954 inicia la construcción del bello edificio donde actualmente está instalada, se inauguró el mismo en 1956, donde además del comercio de ropa, electrodomésticos, muebles y similares, se ubicó el Bar La Peña, y en los altos La Residencia Morales, además de la vivienda familiar. Este edificio de Dña. Antonia, junto al que por las mismas fechas construyó D. Nicolás Pérez, casado con Dña. Tilde, hermana de Dña. Antonia, marcaron un hecho histórico para Valverde, un antes y un después, porque llegó al edificio de D. Nicolás el Banco Hispano Americano, primer banco en la isla, y se vislumbraron nuevos tiempos para Valverde y para El Hierro. Dolorosamente, en junio de 1960, y muy tempranamente, falleció D. Pedro Morales, un hombre virtuoso y gran comerciante, que todavía se recuerda por sus amigos y conocidos como una persona excelente, dispuesta a ayudar a quien tocara a sus puertas, sencillo y trabajador.

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Quedó, pues Dña. Antonia viuda con cuatro hijos pequeños y comprometida en su empresa comercial, y supo salir adelante en ambas facetas, sus hijos profesionales universitarios, y ella ha triunfado en su comercio, junto a sus fieles colaboradoras Mina y Juana María, que por cerca de cuarenta años nos han atendido con tan exquisito trato en su tienda de Valverde, en la cual se consiguen productos de las mejores marcas, y modelos a la altura de las mejores tiendas del ramo en Tenerife o cualquier sitio de España. Seguramente que Dña. Antonia y sus colaboradoras han sido aliadas de las bonitas jóvenes herreñas que siempre han sabido vestir a la moda del momento.

En el aspecto humano, ha sido también Dña. Antonia especialmente cuidadosa en ayudar a las economías más débiles que siempre obtuvieron de ella el necesario crédito para vestir a sus niños o jóvenes, referiré como ejemplo de este modo de proceder lo que le oí de niño a Dña. María Febles, de Los Corchos, qué viuda con nueve hijos, ocho hembras y un varón, contaba que “gracias a Dña. Antonia pude ir casando a mis hijas, pues me fue fiando una tras otra, la modesta dote que mis hijas fueron necesitando para sus matrimonios”.

Resulta ser D Antonia, posiblemente la última sobreviviente de aquella generación de comerciantes de Valverde que ya Dios se ha llevado, y que marcaron una larga época de nuestra historia insular, nombraré a algunos: D. Pepe Vázquez, D. Pedro Padrón, D. Felipe Benítez, D. Mateo Ayala, D. Claudio, D. Sinforiano Padrón, D. Vicente Quintero, D. Pedro Ávila, D. Estanislao Ávila, D. Juan Padilla, D. Higinio Morales, D Armenia, y D. Luis Cano, que también sobrevive gracias a Dios, y bastantes más que escapan a mi memoria. 

Merece ahora Da Antonia el merecido descanso a una dilatada vida de esfuerzo y trabajo, todos la echaremos de menos al frente de su tienda, con la misma sonrisa y buen trato, preguntando siempre por nuestras familias, para saber de su buena salud, y mostrándonos su alegría a nosotros los emigrantes al retornar a El Hierro. Que Dios le dé muchos años de vida, es el mejor de mis deseos, que sin duda lo será también el de todos los herreños que hemos tenido la suerte de conocerla.

0 euros para la Bajada de La Virgen de Los Reyes, en el borrador de presupuestos del Gobierno de Canarias 2025

Por Lucia Fuentes.

Hoy ha tenido lugar el debate final del proyecto de ley de Presupuestos Generales de la CAC.

El GPSC ha presentado un total de 445 enmiendas y 6 enmiendas in voce. De esas 451 enmiendas, el Gobierno no ha aceptado ninguna y tan solo ha acordado tranzar 9 de ellas. Entre las 70 enmiendas planteadas por la diputada por El Hierro, Lucía Fuentes, destaca la relacionada con la partida destinada a La Bajada de La Virgen de Los Reyes.

Y es que el borrador de presupuestos del Gobierno recogía, entre sus subvenciones, una partida de Presidencia por importe de 60.000 € para fiestas marianas, otra de 35.000 € desde Vicepresidencia para las fiestas lustrales de Garachico y una tercera desde la Dirección General de Patrimonio Cultural por importe de 600 000 € para La Bajada de La Virgen de Las Nieves en La Palma. Pero para nuestra Bajada, La Bajada de La Virgen de Los Reyes de El Hierro, la cual no ha podido celebrarse desde el 2017, se destinaba una partida de 0 €.

No entendemos cómo ha sido posible que, contando con dos representantes de El Hierro en los partidos que conforman el Gobierno autonómico, nuestra Bajada fuese despreciada de esa manera, al presentarse un borrador en el que la misma no tenía presencia nominada.

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Es por ello por lo que, de acuerdo con el importe solicitado por el Cabildo insular, esta diputada pretendía conseguir que se destinaran 500.000 € a esta festividad y que nuestra Virgen de Los Reyes apareciera con nombre propio en los presupuestos del Gobierno regional.

Pero dicha enmienda, al igual que las otras 450 presentadas por el GPSC, no fue aceptada. La táctica del grupo de gobierno durante la negociación de estos presupuestos ha sido la de no aceptar nuestras enmiendas y, en su lugar, presentar nuevas enmiendas con el mismo concepto y mismo importe, las cuales obviamente hemos tranzado para que salieran adelante, aunque fuera bajo “otros derechos de autor”.

En el caso de nuestra Bajada, las enmiendas presentadas por el grupo de gobierno se han dirigido a dotar a los tres ayuntamientos de la isla de determinados importes, en su conjunto muy inferior a los 500.000 € solicitados por esta diputada. Y si bien estamos de acuerdo con que los Ayuntamientos también reciban una inyección económica para tal acontecimiento, igual de cierto es que, a diferencia de lo que ocurre con La Bajada de La Palma, es el Cabildo de El Hierro quien cuenta con un papel fundamental en la organización de los actos de La Bajada. La Comisión Coordinadora le encomienda los planes de Seguridad, el acondicionamiento del “Camino de La Virgen”, con más de 27 kilómetros de longitud a lo largo de toda la geografía insular, la comunicación de cara al exterior, la gestión de la “oficina de La Bajada”, la celebración de importantes actos culturales y deportivos y la colaboración para el desarrollo de prácticamente todos los traslados de la imagen por los pueblos de la isla. En tal sentido, los gastos de organización suponen una sobrecarga inmensa para la gestión normal de la Institución, que debe afrontar, entre otras demandas, las dotaciones económicas y de recursos humanos necesarios para el buen desarrollo de todos y cada uno de estos cometidos.

En el camino de la historia: Quiebra de la gran política

Por Juan Jesús Ayala.

Me refiero concretamente a la política desarrollada por el  presidente  Sánchez   sometida  a la incertidumbre donde los reflejos y las audacias que ha tenido hasta el momento se agotan  por lo que tendría que insertar en sus próximas acciones de gobierno  un cierto amago de “trampismo” para poder convencer. Pero cuando el convencimiento se hace  altamente comprometido para explorar otros pactos o reforzar los actuales con el propósito de  continuar en el poder,  aparece en el horizonte que esos mismos pactos se le vuelvan en contra con lo cual la complicación es difícil abordarla con éxito donde las mayorías cambian, quizás por cansancio o por la espera hecha realidad en la radicalización de algunos; tanto en el espectro de la derecha como de la izquierda  o de los nacionalismos catalanes, vascos y canarios.

Lo que se aprecia, ciñéndonos al espacio europeo donde aparecen fuerzas políticas emergentes como en Italia la Presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, por ejemplo; en Suecia, Polonia, Hungría, Eslovenia o en   Francia convulsa por  una reciente moción de censura sobre el ya ex Primer ministro, Barnier, por los extremos y que a pesar de  elegir Macron como nuevo Primer Ministro al centrista Bayrou, sigue bajo la óptica del partido de Marine Le Pen de extrema derecha actualmente bajo la marca de Agrupación Nacional. Así como ya está anunciando la diputada, de La Francia Insumisa, Mathilde Panot que una próxima moción de censura está gestándose, nuevamente, por  el extremo de la izquierda. 

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Y en el Estado español después de la Conferencia  de Presidentes en Santander  que terminó peor que como comenzó donde el problema de los menores en Canarias apenas motivó interés, dejando al gobierno de Clavijo al pie de los caballos, ya que la política sigue enrevesada y los posicionamientos de partidos emergentes  están haciendo extraños compañeros de cama que es lo primordial y da la impresión que puedan acercarse  al escenario de la gran  política nuevos acompañamientos para obtener el poder de gobierno.

Parece que vaya a ser la tendencia, y mientras, la gente tendrá que seguir oyendo cantos de sirena y a la espera de poder pagar sus deudas, obtener y desarrollar un trabajo acorde con sus profesiones y oficios porque las esperanzas se pueden intuir lo que acontecerá, ya que dentro del espacio español personajes que mandan  no dan la talla ni siquiera llegan al aprobado, por lo que habrá que estar al tanto  a que las tendencias cobren o no cuerpo, que la verdad en las cuestiones importantes no se camuflen con los ropajes de la mentira o simplemente  se vayan por las ramas.

Los pactos en política son necesarios e imprescindibles ante la dificultad de   lograr  mayorías por lo que se puede pensar que la realidad actual puede ser  empujada hacia otra nueva realidad sin percatarse que son más los que callan que los que deciden  por lo que cualquier empeño pone en trance imprevisto la gran política que no quebrará por falta de apoyos, sino precisamente por tenerlos y pensar que determinadas  acciones son inmutables  para el gobierno del momento, pero pudiera acontecer que los acontecimientos se vuelvan incontrolables y aunque se hagan fintas para evitar la quiebra de la gran política, estas pueden  quedarse en el aire de la inoperancia.

Crónicas pretéritas: Taxistas herreños en Tenerife

Crónicas pretéritas de mi pueblo de Frontera.

Por Donacio Cejas Padrón (2004).

Nuestra isla del El Hierro ha sido históricamente una tierra de emigrantes, de acuerdo a las épocas y momentos, los herreños apenas arribaban a la juventud comenzaban a “arreglar los papeles” para tomar el doloroso camino de la emigración, a Cuba, La Argentina, Venezuela, Gran Canaria o Tenerife, los jóvenes de muchas generaciones incluso la mía propia salvo algunas excepciones, no teníamos otro camino que salir por El Puerto de La Estaca en busca de una vida mejor, pero llevando ya impresa en la mente la estampa del regreso como meta a lograr. Así, por ese fenómeno los herreños hemos transitado lejanos lugares y parajes de aquellos países americanos que nos acogieron para darnos la oportunidad del trabajo y algunas veces el progreso -no siempre- pero se convirtieron también en devoradores de nuestras hermosas juventudes que transcurrieron lejos del terruño, mezclados con otras gentes e insertados en otras sociedades y culturas, recuerdo que una vez visité Caripe, un pueblecito cafetalero entre montañas del Estado Monagas en Venezuela, y pensé que allí no habrían llegado los herreños, y que seguramente sería yo el primero, y, sin embargo, allí me encontré también herreños de Isora y San Andrés y por la noche un grupo de canarios entonaba en su plaza principal unas folías y malagueñas con motivo de unas fiestas del pueblo, nunca como aquella noche los cantos canarios me llegaron tan dentro del alma.

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Gracias a Dios, muchos herreños regresaron del otro lado del Atlántico para instalarse principalmente en Tenerife y seguir allí la lucha para sacar adelante sus familias, se han dedicado a múltiples ocupaciones, pero en los últimos años su principal ocupación ha sido de Taxistas, también varios herreños que no llegaron a emigrar a América se trasladaron desde El Hierro a Tenerife para dedicarse a la profesión de taxista. Posiblemente, el primer taxista herreño fue D. Bernardo Fuentes, no estoy seguro de ello, pero sí sería sin duda uno de los primeros, no es fácil nombrarlos a todos, por lo tanto, no lo intentaré, lo cierto es que bastantes decenas de herreños han transitado y transitan aún por las calles y carreteras de Tenerife ejerciendo con dignidad la profesión de taxistas. La Linea San Marcos, la primera que tuvo emisora, -cuando aún ni La Policía tenía- especialmente está compuesta en su mayoría por taxistas herreños, su Junta Directiva la forman herreños y su presidente actual Pedro Carlos González Morales, es natural de San Andrés, así como varios vocales.

Muchos taxistas que en década pasadas eligieron esa profesión ya están jubilándose y regresando a El Hierro a recuperar el tiempo en que tuvieron que vivir lejos del terruño, han cumplido su misión, han dado estudios a sus hijos, lo cual viviendo en El Hierro entonces era imposible, les han orientado en los primeros pasos de la vida y les han insertado en la sociedad tinerfeña para que se busquen el sustento propio y de sus hijos, algunos hijos de taxistas han seguido también la profesión de sus padres, así se repite la historia.

Mientras tanto, los antiguos taxistas disfrutan en nuestra isla del merecido descanso de la jubilación tras una larga vida de lucha constante, que Dios les regale salud por muchos años, es mi deseo.

Feliz Navidad

Por Luciano Eutimio Armas Morales.

Tenía fama de ser un hombre justo y trabajador. Lo mismo levantaba un muro, que tallaba un mueble por encargo, o colocaba una puerta de un cobertizo, por eso le llamaban carpintero. Era de la estirpe de David y trabajaba siempre fuera de Nazaret, porque en aquel pueblo muy pequeño no había trabajo para él. Un día acordaron su boda con María, una niña hacendosa, callada y obediente, que vivía apenas unos 50 metros colina abajo.

Pero de pronto, todo cambió aquella tarde que volvía de Monte Tabor tras una jornada de duro trabajo, en la que de camino a su hogar paró en la casa de María. Se encontró a su futura suegra llorando amargamente. “María está embarazada”, le dijo de sopetón mientras no paraba de llorar. Se le cayó el alma a los pies. De repente, su futuro se había hecho añicos como una vasija de barro estrellada sobre el suelo. Tendría que repudiarla discretamente.

Por la noche, no pudo tomar alimento alguno para cenar, pero tenía que descansar algo para ir a trabajar al día siguiente. Y arrebujado en el jergón y sin poder conciliar el sueño, abrió los ojos ante una presencia luminosa que le deslumbraba. Era un ángel, lo reconocía. Se sacudió y todo su ser temblaba, pero entonces el ser luminoso habló: “No temas, José. Toma a María por esposa. El niño ha sido engendrado por el Espíritu Santo. Le pondrás por nombre Jesús”.

Cuando María estaba de ocho meses, el emperador César Augusto publicó un edicto según el cual cada ciudadano debía empadronarse en su lugar de nacimiento. Suponía que tendrían que ir de Nazaret a Belén, un trayecto muy pesado para una mujer en avanzado estado de gestación. Pero la orden del emperador no admitía discusión ni demora.

María sufría dolores durante el camino, pero al entrar en Belén, ya su parto no podía demorar. Acudieron a casa de unos parientes, pero amablemente les rechazaron. Recorrieron a distintos hospedajes, pero estaban todos completos. Al final, un tabernero les cedió un piojoso establo, insalubre, donde una mula y un buey pastaban ajenos a todo.

En la soledad de aquel frío establo, mientras José ayudaba a María al nacimiento del niño en el pesebre y la mula y el buey se apartaban discretamente, unas lágrimas corrían por sus mejillas. Y entonces ocurrió. Una luz cegadora invadió el establo y los alrededores, y de pronto allí, delante de él, estaba de nuevo el ángel luminoso: “José, ¿Por qué lloras? Ha nacido el Salvador, ha nacido el Mesías”. 

Y ocurrió, que mientras el ángel le hablaba, José comenzó a oír unos murmullos, y al resplandor de la luz que también iluminaba los caminos, pudo percibir como se iban acercando unos pastores. Llegaron al establo, se postraron ante el niño y depositaron en el suelo lo que llevaban: aves, huevos y hasta un cordero con las patas atadas. Era todo lo que tenían. Mientras, María, inundada de ternura, sonreía feliz y agradecida. 

De pronto José lo comprendió todo: El poder del amor y la solidaridad, frente al dominio de la autoridad omnipotente; el poder de compartir, frente al afán de poseer; el poder del perdón, frente a furia irracional del odio. Y entonces se acercó al niño y le besó. Y abrazó a María, mientras unas lágrimas corrían de nuevo por sus mejillas. Estaba emocionado. Se sentía feliz. Ese niño que acababa de nacer, repartiría para todos los hombres y todas las tierras del mundo la buena nueva: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.

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En lo que va de año, veintinueve niños de Ghana y otros países de la costa oeste de África, han sigo engullidos por las tenebrosas aguas del Atlántico mientras trataban de llegar a las costas de una tierra, que para ellos era como un paraíso. Sus madres, que no tenían con que alimentarlos, se habían desprendido de sus hijos con la esperanza de que al llegar a esa tierra de la abundancia pudieran tener una vida mejor, y quizá algún día, ayudar a sus padres o los hermanos que quedaron en la aldea. 

Pero esos veintinueve niños no pudieron llegar al paraíso soñado. El mar tenebroso se los tragó y los envió directamente al cielo. No tuvieron la oportunidad de ser acogidos por la solidaridad de otras gentes. No tuvieron la oportunidad de amar y ser amados. Sus madres, afligidas, perdieron a sus hijos y perdieron la esperanza de tener un día una vida mejor. Para esas madres, la Navidad será un trance muy doloroso acompañado de abundantes lágrimas.

En lo que va de año hasta el 17 de octubre, 16.756 niños, (Dieciséis mil setecientos cincuenta y seis niños), han perdido la vida en Gaza. Aunque vivían en un gigantesco campo de concentración aislado por tierra, mar y aire, vivían felices. Jugaban inocentemente en las interminables playas del mar Mediterráneo o pedaleaban sus bicicletas por las fértiles tierras de la franja. Iban a la escuela, y soñaban con que un día quizá pudieran ir a estudiar a Francia, a Dinamarca o a Reino Unido, que era como soñar en ir un día al paraíso.

Pero tampoco pudieron llegar. De pronto comenzó a caer desde el cielo una lluvia de cohetes y metralla, que destruía casas, escuelas, hospitales y todo lo que pudiera ser refugio para ellos. Morían abrazados por el fuego, despedazados por las bombas o sepultados entre cascotes de edificios bombardeados. El ángel exterminador enviaba sus aviones, sus drones, sus cohetes y sus carros de combate, porque decía que aquella tierra en la que aquellos niños habían visto el sol por primera vez le pertenecía, ya que sus antepasados habían vivido allí hace dos mil años. Pero cada bomba que caía, sembraba oleadas de odio y deseos de venganza, que perdurarían por muchas generaciones.

Y los niños, que ignoraban todo esto, morían por los efectos de las bombas o los edificios derrumbados, o quizá de hambre, porque los que se decían dueños de aquellas tierras impedían que les llevasen comida. O quizá heridos sin poder ser atendidos, porque los hospitales también habían sido bombardeados y destruidos.  Cada día que pasaba, cincuenta y cinco niños de Gaza que veían salir el sol, morían antes del anochecer. Cincuenta y cinco niños asesinados cada día. Iban directamente al cielo, sin pasar por ese paraíso soñado en un país europeo.

Pero las madres de esos niños, que perdieron a sus hijos y la esperanza de que un día llegarían al paraíso y les permitiría una vida mejor, quizá tampoco estén afligidas ni tengan que pasar un doloroso trance estas Navidades. No llorarán por sus hijos, porque posiblemente habrán fallecido bajo los escombros de los edificios en que se refugiaban, demolidos por efecto de los bombardeos ordenados por el ángel exterminador.

Llega la Navidad. Es el tiempo en que debemos pensar en lo verdaderamente importante. Es el tiempo de cada uno mire dentro de sí y quizá se redescubra. Es el tiempo de escuchar como habla el silencio, sentir como calientan los abrazos, disfrutar de una sonrisa, dejar las prisas para otro día y mirar con los ojos del corazón. Valorar la compañía, y soñar y soñar…  Pero no dejar de luchar. ¡Feliz Navidad!