Redacción/La dirigente política de la Agrupación Herreña Independiente (AHI) Milagros del Valle Padrón Chacón, cuenta su periplo en el país caribeño tras quedar atrapada  junto a su madre, mientras realizaba un viaje de placer a este país, una vez las autoridades venezolanas cerraran el tráfico aéreo con Europa sin previo aviso, el pasado sábado 14 de marzo, en virtud de la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus COVID 19.

Padrón Chacón, ha enviado una carta en la que relata su experiencia en el país caribeño.

"Mi nombre es Milagros Del Valle Padrón Chacón, soy una Herreña de 39 años residente en el municipio de La Frontera. Estoy casada y tengo dos hijos, una niña de 9 años que se llama Virginia y Elián que cumple hoy 18 meses. El pasado 23 de febrero mi madre y yo iniciamos un viaje con la mayor ilusión del mundo, tras casi más de 15 años sin visitar a la familia en Venezuela; logramos sortear el primer obstáculo, la calima, ésta ponía patas arriba los aeropuertos de las islas, pero finalmente nuestro vuelo no se veía afectado.

Llegamos a Caracas y emprendimos nuestro viaje en el interior de Venezuela visitando a nuestra familia. Esos días eran días en la que descubríamos la realidad de un país que hasta que no vives directamente no te puedes llegar hacer una idea de las necesidades de un pueblo que día a día lucha por sobre vivir. Cortes de agua, de luz, escasez del gas y de gasolina,  cocinar con leña casi a diario, escasez de alimentos y medicinas. Vamos una crisis humanitaria de la que todos saben, pero nadie quiere hablar. 

Las noticias sobre el avance del Coronavirus nos eran escasas debido a los cortes continuos del suministro de luz que sufríamos a diario y las limitaciones de internet que hay en Venezuela. Poco a poco mi marido Juan Ramón Marcelino me contaba como avanzaba por el país y por el mundo, veíamos que la situación se complicaba, pero ya nuestra fecha de retorno a España se aproximaba. 

El pasado sábado día 14 de marzo teníamos prevista la salida a Tenerife con la compañía PlusUltra, un vuelo que tenía su salida a las 20:00 horas. El Gobierno venezolano anunciaba su cierre con Europa ante el avance del virus para el día 15, pensé: “…por los pelos... que podría llegar a casa y pasar esta crisis con los míos” expresa Chacón.

El viernes 13 pasábamos la noche en un hotel próximo al aeropuerto de Maiquetia con el fin de estar cerca y no tener contratiempos en nuestra salida. El sábado por la mañana me levantaba con la sorprendente noticia que el vuelo se había suspendido. Las autoridades de Venezuela cerraban el tráfico aéreo con Europa sin previo aviso. 

Nos pusimos mi madre y yo en marcha y nos fuimos al aeropuerto para que nos dieran algo de información ante la confusión y el desconocimiento de muchos viajeros.

El INAC (Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela), nos informaba que se había modificado la fecha de cierre de vuelos con Europa por orden presidencial.

Muebles El Placer Pie

Éramos muchos los que estábamos en el aeropuerto esperando que la compañía apareciera, tras varias horas, lo único que nos indica es que el vuelo estaba cancelado y nos facilitan un teléfono al que llamar para cambiar el vuelo, teléfono al que llamas y no contesta nadie y posteriormente te indica que envíes un correo. 

Tiradas en un aeropuerto donde nadie nos daba opción de salida, donde los nervios y la desesperación empezaba a hacer mella en nosotras, volví al hotel para intentar pensar y ver que opciones tenía. Podía salir por Panamá, había una opción pero nadie garantizaba la llegada a España ya que se estaban cerrando fronteras sin previo aviso, no quería verme recorriendo aeropuertos, gastando los recursos económicos sin garantía de llegada a casa. 

Recurrí a mi hermano Oscar para poder regresar a su casa en Puerto la Cruz (estado de Anzoátegui) ya que el espacio aéreo venezolano se cerro por 30 días y aquí intentar contactar con las autoridades españolas en Venezuela, pudiendo contactar con la Embajada Española en Caracas.

Me he dirigido por teléfono y por correo, he expuesto nuestra situación, he enviado los datos solicitados y me han indicado que de momento no hay opciones de salida del país. Que sigamos las recomendaciones de aislamiento y sanitarias sobre la higiene para evitar el contagio. 

A diario intento conectarme con mi familia y hablar con ellos sin poder evitar las lágrimas por no estar allí. Gracias a mi esposo Juan Ramón que ha cogido las riendas de la casa y es un súper papá que me da ánimo y me enseña el lado bueno de esta situación, que a veces, por no decir nunca, son difíciles de encontrar.

La aerolínea no me da opciones de vuelta hasta el 23 de abril, solo le pido a Dios y a la Virgen de los Reyes que esta situación de crisis sanitaria no vaya a más que proteja a cada uno de nosotros y que pueda volver a casa, dejar atrás esta pesadilla y nos podamos poner en marcha con nuestro esfuerzo y lucha para que España se recupere pronto y que nuestro archipiélago vuelva a brillar y a posicionarse como el destino turístico que es.

Gracias a todos esos amigos/as que están pendiente de nosotras, compañeras/os de trabajo, vecinos/as y familia, a José Francisco Armas (Consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de la Embajada de España en Venezuela) por estar ahí y ayudar en lo que puede, a Raquel Quintero que busca y rebusca posibles rutas de salida, a esos amigos que he hecho por las circunstancias y se encuentran igual que nosotras.

Gracias a mi familia en Venezuela por los ánimos y sacrificios que en este duro momento están haciendo. Gracias en especial a mi marido e hijos que hace que esto no sea tan duro y me animan a diario con sus locuras. Solo ellos saben hacerlo y hacerlo tan bien. 

Estamos bien, aisladas y siguiendo las normas sanitarias indicadas, pero la situación en Venezuela comienza a ser inestable.

Esperamos volver pronto a Canarias, a mi isla de El Hierro. A nuestro paraíso.

Aunque estemos lejos me gustaría pedirles algo por la salud de todos, porque la solidaridad cuenta y sobre todo por ese reencuentro de amigos y familia, quédate en casa."