Por Juan Jesús Ayala.

Personas hay en la isla con las que  hemos convivido en diferentes etapas de nuestra vida, muchas de las cuales, desgraciadamente, hoy solo perviven en el recuerdo a través de los rastreos de la memoria. Una de esas personas fue doña Marusa Armas, la cual desde el barrio del Cabo en Valverde se desplazaba mañana y tarde a su Recova situada en los bajos de la vivienda de tío Agustín y que junto a un local aledaño ubicado en este caso bajo la vivienda de Cándido Magdaleno se encontraba su librería en la que le ayudaba en su s labores su hija Virginia.

Quiero referirme a esa librería con cariño y nostalgia a la cual nos acercábamos a comprar o alquilar “colorines”, novelas, “cancioneros”, así como a que  facilitara sellos para las cartas,o timbres para documentos de tipo oficial. Hay que decir que cerca de la librería se encontraba la oficina  de el  correo (donde están hoy de Bamir) y en la que trabajaban  la familia de tío Juan Sánchez, ayudado por sus hermanas, Amelia y Lola.

La librería nos ayudó a despertar la afición por la lectura desde los seis o siete años hasta los doce o trece  por lo que podemos decir  que doña Marusa fue pieza fundamental en nuestra formación  como lector.

Así no nos olvidamos de aquellos colorines de “El Guerrero del Antifaz” cuya colección no se terminó ya que deseamos con impaciencia saber quien era y cuando se quitaba el antifaz  ya que se había disfrazado así porque su madre le reveló que era hijo del musulmán Ali-Kan y tenia que luchar en su contra  estimulado por lo amores de su amada Ana María hija del conde de Torres.

Los de “Zarpa de león” donde un pastor descubre a un niño salvaje al que adopta y da nombre de Zarpa. Y ”Roberto Alcazar y Pedrín”. Roberto siempre vestido con traje elegante que al final cuando se convierte en agente de la Interpól descubre a Pedrín como polizón en un trasatlántico que navega hacia la Argentina, que se convierte en un golfillo callejero al cual Roberto intenta educar. O “Juan Centella” el cual es un musculoso agente encubierto de la policía de Chicago que combate a los criminales. Así como  “Flash Gordon” que es un joven jugador de futbol que se encuentra con un científico en un mundo ajeno y se ve obligado a luchar contra un tirano intergaláctico, el emperador Ming, del planeta Mongo que está atacando a la tierra. Sin olvidarnos de “Pulgarcito” con las aventuras y andanzas de doña Urraca, Carpanta y el Loco Carioco. Y Tarzán con su mona Chita, su mujer Jane e hijo Boy, cuyo personaje principal, Johnny Wieissmuller, Tarzán, había sido un atleta de elite habiendo logrado premio olímpico en natación .Superman el super-héroe que despliega  su capa para ir volando  en auxilio de algún problema que alguien tiene y  que mas de una vez jugamos de pequeños para emular al personaje. 

Joyeria Bazar Elvira pie

Y sin olvidar los “ cancioneros” donde aprendimos las primeras letras de las canciones de la época, como Antonio Machín, el cubano que cantaba boleros;  los mejicanos, Jorge Negrete, Pedro Infante y  Antonio Aguilar cuyas canciones acompañaban las verbenas en la isla ,la mayoría de ellas comandadas por el clarinete de Guzmán,  las guitarras de los hermanos Abreu y el timple de Yeyo;  el Trío Calaveras cuyas canciones iban por las noches domingueras a “serenatear” algún que otro balcón de amores perdidos; los pasodobles de Jorge Sepúlveda y de Bonnet de Sampedro; así como los tangos de Gardel que se oían en los pocos gramófonos de la época.

Fuero estas lecturas facilitadas por la librería de doña Marusa las que compartieron gran parte de nuestra niñez y adolescencia que se vieron reforzadas por las novelas que alquilábamos  por apenas dinero, destacando las  de Hazañas bélicas, del oeste americano  con sus cuatreros, vaqueros, pistoleros que desenfundaban sus colt del 45 con una velocidad pasmosa, asaltadores de diligencias y de trenes que venían reflejados en la colección Rodeo y Bisonte escritas por M.L. Estefanía y F. Prado, las que muchas de ellas las camuflábamos entre los libros de  las clases que teníamos que dar con los profesores del bachillerato  entre los que se  encontraba, precisamente su hijo, Guillermo Panizo, que aparte de haber sido alcalde de Valverde, fue numero uno en las oposiciones a Magisterio. Y también tenemos que reseñar las novelas del FBI de investigación criminal y las Pueyo y Corín Tellado a, los que  les interesaban los argumentos de amoríos.

En fin que  hemos  traído a  la memoria a personas como doña Marusa Armas  que influyeron en nuestro despegue como lectores y que en aquellos momentos de nuestra vida era lo mejor que podíamos leer y tener.