Por: Pablo Rodríguez Cejas.

Desde 1526, una vez establecidos los primeros colonos procedentes de Portugal y de Castilla, se tiene constancia del cultivo de la vid en la isla de El Hierro, en principio para la producción de aguardiente, que se exportaba hacia Cuba y Venezuela principalmente.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XVII, el desarrollo vitivinícola de El Hierro se traduce en la exportación de sus caldos a Gran Canaria, lo que tuvo un enorme impacto en el desarrollo socioeconómico de la isla y que se tradujo en el aumento de la superficie de cultivo durante los siglos venideros.

En 1994, cuando se pone en marcha el Consejo Regulador de la Denominación de Origen, se produce la gran transformación de la producción vitivinícola en El Hierro.

Con todo, este 2021 no ha sido un buen año para la recogida de la uva. La adversa climatología que ha azotado durante estos últimos meses de forma especial a la medianía de la isla ha frenado las expectativas de un sector que viene demandando, desde hace algún tiempo, medidas específicas para garantizar su perdurabilidad en el tiempo, como la ampliación de la red de riego, la modernización y dinamización del sector o la accesibilidad a los terrenos cultivados, entre otras demandas.

Con este espíritu, en octubre de 2020, desde el grupo municipal de la Agrupación Herreña Independiente en el Ayuntamiento de La Frontera, llevamos al pleno de la institución una propuesta concreta: crear una mesa de trabajo participativa para abordar el desarrollo y la potenciación del sector vitivinícola en el municipio, donde participaran todos los agentes implicados (Consejo Regulador, bodegueros, viticultores, representantes de todos los grupos políticos…) Entendiendo que puede resultar una manera útil de poner sobre la mesa proyectos y mejoras de gran calado, pensadas para garantizar el futuro del sector y la potenciación del mismo. Una vez más, nos encontramos con el desprecio de quienes gobiernan en nuestro Ayuntamiento, el PSOE y el PP, que tacharon nuestra propuesta de “castillos en el aire”.

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En la misma línea, el pasado 30 de septiembre, llevábamos también al pleno del Ayuntamiento una propuesta concreta ante la desastrosa cosecha de la uva de este año. La coordinación con el resto de instituciones de la isla para posibilitar la compensación de las pérdidas sufridas mediante ayudas económicas, para que los viticultores puedan seguir atendiendo y mejorando la superficie cultivada.

Una vez más, nos topamos de frente con el muro de la indiferencia. En palabras del propio alcalde, y cito de manera literal: No ve “relevante ni importante que se apoye con dinero el sector vitivinícola, porque lo tienen todo. Deben ser otras las administraciones que acudan en su apoyo”, o lo que es lo mismo, que ayuden otros. Para colmo, termina alegando el alcalde que “desde el grupo de gobierno no podemos hacer otra cosa que lamentar el mal año que hemos tenido”, como si con lamentos se solucionaran los problemas del sector vitivinícola el cual, deberíamos estar mimando por su fragilidad en estos momentos, por todo lo que ha aportado en el desarrollo socioeconómico de La Frontera y de El Hierro en general y porque de la decisiones que se tomen en el presente dependerá su continuidad en la futuras generaciones.

No nos queda más que seguir aportando, desde nuestra humilde postura como grupo de la oposición, lo que consideramos debe ser la línea de trabajo de un grupo de gobierno cada vez más alejado de la realidad que viven nuestros vecinos y vecinas, y que ante los problemas, sólo echan balones fuera.

 

Pablo Rodríguez Cejas, Portavoz del Grupo Municipal AHI en el Ayuntamiento de La Frontera.