Por Juan Jesús Ayala

Entre 1912 y 1956, España y Francia tuvieron a su cargo un Protectorado en el norte de África que incluía grandes zonas del actual Marruecos. A España le correspondía la zona norte y sur del país, quedando excluidas del Protectorado Ceuta y Melilla, siendo consideradas como Plazas de Soberanía , las que en 1995 se transformaron, de acuerdo a la Constitución en Ciudades Autónomas, con un status similar a una Comunidad Autónoma.

Estas dos ciudades han tenido una vieja historia desde los ataques de los rífeños en la guerra del Rif hasta que España se retira de Marruecos en 1956 donde estas dos ciudades no vieron afectadas su status actual. Sin embargo, las reivindicaciones territoriales por parte de Marruecos son reiteradas manifestando que ambas ciudades son territorios ocupados por España.

La mas reciente ha sido pronunciada por el presidente del Senado marroquí, Naama Miyara, que pertenece al partido ultra- nacionalista Istiqlal que es uno de los tres partidos políticos que sostienen el Gobierno de Mohamed VI , refiriéndose que estas dos ciudades son territorios ocupados pero que tras los acuerdos suscritos por Pedro Sánchez y el rey alauí podrán ser recuperadas sin ningún tipo de violencia, sino por el camino de la negociación; y que lo interesante, entretanto , seria ir operando con determinados lobbies marroquíes que se introdujeran en la sociedad española y canaria, a la que también secularmente considera territorio ocupado, para ir tomando posiciones en el mundo de los negocios para ejercer algún tipo de presión social que facilitase la desestabilización de estos territorios.

Pero la intra-historia reivindicativa y decisiva muchas desde España sobre estos territorios norteafricanos y Canarias acoge capítulos que van desde la curiosidad hasta decisiones que pudieron asumirse en un momento determinado, precisamente por la monarquía de Juan Carlos y los diferentes gobiernos españoles.

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A principios del siglo XX, en 1917 , el Reino Unido , país que estaba sumido de lleno en la Primera Guerra Mundial propuso a la maltrecha monarquía española de Alfonso XIII un intercambio de soberanía entre Ceuta y Gibraltar. Sin embargo, tras plantearse la posibilidad en el seno del estamento militar, buena parte de este se mostró contrario a la idea del intercambio. Los ingleses una vez terminada la guerra se olvidaron de este asunto pero fue el propio rey Alfonso XIII quien planteó la posibilidad de acometer la permuta a lo que los británicos acabaron negándose.

Luego en 1979 tuvo lugar en Madrid un encuentro entre el rey Juan Carlos y el embajador norteamericano, Terence Todman, para hablar sobre la política del norte de África y la posición que mantenía España sobre este asunto a lo que el rey comentó que podría cederse Melilla a Marruecos en un plazo relativamente corto porque allí solo vivían 10.000 españoles, que al principio podría haber una ligera sublevación militar en contra de esta decisión pero fácilmente controlable; y que lo de Ceuta era mas difícil dado que la población española era de 60.000 y lo mejor seria darle un status internacional como Tánger.

Y cuando Manuel Fraga en al año 1976 funda el partido eolítico Reforma Democrática, para concurrir a las elecciones generales del momento en su Libro Blanco ya detalla que tanto Ceuta como Melilla pertenecen a Marruecos y que habría que hacer las negociaciones necesarias para su devolución al país alauita.

Y en la reunión de Sánchez con Mohamed VI en abril de 2

022 una de las cuestiones fundamentales para que Sánchez considerara al Sahara Occidental como una provincia autónoma de Marruecos era que Mohamed VI olvidara su reivindicaciones sobre Ceuta, Melilla y Canarias.

Ya sabemos el olvido marroquí hasta donde llega porque insistentemente nos los recuerdan; más aun con las leyes que aprobó el parlamento marroquí en 2020 donde fija sus zonas marítimas y plataforma continental que deja sin aguas a España, a Canarias y la extensión que comprende dicha plataforma que desde el Sahara Occidental llega hasta 200 millas al oeste de la Restinga en el Hierro donde está la riqueza del telurio.

La historia nos pone de manifiesto las pretensiones de unos,(Marruecos); las obligaciones y pactos creados por otros ( el gobierno español), y la desidia de algunos más (los gobiernos de Canarias) ante la creencia infundada que Marruecos no se acuerda de Canarias cuando tiene en su hoja de ruta expansionista al norte de África y al archipiélago canario.

Esto es parte de una historia que es bueno recordarla para saber donde estamos y con quien nos jugamos los garbanzos.