Por Juan Jesús Ayala

Nicolás Redondo fue Secretario de la UGT desde 1976 hasta 1994 en que abandonó la política y mientras estuvo activo no dejo de tener como objetivo la defensa de la clase trabajadora y no con palabrería fácil como se hace hoy sino con hechos consumados. Así se le recuerda en el día de su fallecimiento ocurrido el 4 de Enero en Madrid a los 95 años.

Felipe González, por su parte fue un personaje importante en la Transición siendo Secretario General del PSOE desde 1974 hasta 1977 y tercer presidente del gobierno entre 1982 y 1996.Y no ha dejado la política pues aparece con frecuencia en diferentes foros de opinión pública marcando linderos y precisando escenarios de actuación.

Nicolás Redondo durante la etapa franquista tuvo una vida complicada puesto que fue detenido y procesado por el Régimen hasta 6 veces debido a sus actividades políticas lo que le ocasionó sufrir en 1967 también destierro con su familia en las Hurdes-Cáceres.

Felipe González solo pisó durante unas horas el calabozo de una cárcel sevillana en 1974 al regreso de Suresnes ;y mas tarde cuando acompañó a la puerta de la prisión de Guadalajara en 1988 al Ministro del Interior, José Barrionuevo y al es Secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, los que según sentencia judicial fueron los impulsores y financiadores de la acción de los GAL a su mas alto nivel y como responsables directos del secuestro del ciudadano francés, Segundo Marey al que se le confundió con un miembro de ETA.

Sin embargo, aunque la CIA tiene claro que el famoso “señor X” responsable máximo de la creación del grupo antiterrorista era Felipe González, cuya incógnita jamás se ha llegado a despejar.

Cuando en 1974 el PSOE contaba solamente con una exigua militancia de 3000 afiliados y asumía en la clandestinidad la Secretaria General, Rodolfo Llopis, se decidió que tendría que producirse su relevo y la persona adecuada para sustituirlo fuera Nicolás Redondo, el cual en el Congreso de Suresnes rechaza la oferta y llega a un acuerdo con Felipe González que estaba arropado por los componentes del denominado “clan de tortilla”.

Nicolás Redondo, no obstante, actúo muchas veces con total divergencia con Felipe González no teniendo ningún reparo ante la dura reforma la boral propuesta por el gobierno convocara una huelga general el 14 de Diciembre de 1988 que puso entre las cuerdas al gobierno; lo mismo que en 1992 y 1994 con dos nuevas huelgas contra del gobierno del PSOE y en ese año de 1994 en una sesión parlamentaria donde los presupuestos del estado que se presentaban no favorecían ni a los trabajadores ni a la clase jubilada se retiro, del parlamento abandonando la política con una dignidad política poco vista.

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Fue consecuente con sus principios ideológicos y es un paradigma de como la razón política hace frente al poder cuando este toma un rumbo equivocado y torcido. Pasó sus últimos años bajo una existencia de plena austeridad , como, en realidad, siempre lo hizo.
Felipe González, no ha sido así. Tras perder el gobierno continuó desde 1996 hasta 2004 como parlamentario, aunque eso si, cobraba sus emolumentos como tal cosa sin aparecer durante todo ese tiempo por el Congreso, tan es así que el PSOE pierde la votación cuando la despenalización del aborto por no contar con los suficientes votos, faltaron 11, y entre ellos el de Felipe González que manifestó que no acudió al debate porque no lo avisaron a tiempo.

Una vez que deja la política activa crea una paga vitalicia para todos los ex.presidentes del gobierno de 80.000 euros anuales, que junto a los 130.000 anuales por ser consejero de Gas Natural, y ahora actualmente lo de la Corporación Marítima Boluda de la cual cobrará también un buen dinerito, junto a lo que se asigna por dar innumerables charlas y conferencias que no bajan cada una de 40.000 euros; además, de empresas de la construcción y de diversas asesorias que detenta su familia, todo esto y más ha facilitado tenga un buen patrimonio donde destaca una finca” El Penitencial” de 50 hectáreas ubicada en Cáceres en la sierra de Guadalupe donde recibe a mandatarios y jerarcas del mudo.

Dos caminos divergentes, el de Nicolás Redondo que fue consecuente con su ideología y cuando tuvo que enfrentarse al poder , lo hizo,; y el de Felipe González que continúa pregonado su ideal de izquierdas aunque esta se encuentre en estado de divinidad dado que lo que ha bajado a la tierra es su opulencia y como la democracia lo ha hecho millonario.