Por Juan Jesús Ayala.

Llegas a la isla y con tu presencia recorres paisajes, viejas memorias que  hacen te transportes hacia conversaciones mantenidas con aquellos que siempre has admirado y que no están; y es el libro de Aurelio Ayala Fonte, “Un hombre. Un médico. Una isla.”. El cual he leído muchas veces porque en èl, el autor, desgraciadamente también ausente, nos habla de Juan Ramón Padrón Pérez donde contempla todos los vértices de una personalidad inconmensurable, desde el ámbito de la medicina, la cultura insertados en la problemática de una isla y que él asumió también desde su perspectiva del alcalde que fue.

Llevaba tiempo detrás del libro de Aurelio hasta que al fin logre obtenerlo y fue para mi uno de los testimonios mas contundentes sobre una personalidad ilimitada. Y como en el libro menciona con bastante gratitud a mi padre sobre el que refrenda su dedicación desde su carrera profesional de Maestro que fue capaz de ordenar un mundo como la educación que andaba un tanto desordenada por la isla, dadas las precarias circunstancias que atravesaba  aquella época, donde había que recurrir a velas o quinqués para dar lecciones a muchos niños que no podían asistir a clase porque tenían que ayudar a sus padres en la tarea del campo, y ahí el maestro Chano se comprometió siempre a sacar adelante a aquellos que necesitaban una formación para desenvolverse en la vida, desde el Mocanal, su primera escuela, pasando por el Cabo en Valverde y mas tarde ya en el Casco de la Villa. Y por eso fui a buscar a Juan Ramón aquella tarde en el Tamaduste para que me dedicara el libro de Aurelio lo que motivó que afloraran a su memoria cuestiones gratificantes que rodeaban la figura de mi padre, insistiendo y así lo recoge Aurelio en su libro, que maestros como doña Inocencia Duran y Sebastian Ayala dado la dedicación que ofrecieron a la formación de sus alumnos con una cualificación mas que notable se tuviera por parte del Ayuntamiento de Valverde la consideración   que tenia que hacerse y que el centro educativo de Asabamos llevase el nombre de Sebastian Ayala y el del instituto Garoé el de doña Inocencia Duran.

Pues por un motivo o por otro estas nominaciones no se llevaron a cabo, pero a pesar de todo es una deuda que tiene pendiente el Ayuntamiento de Valverde. Y sobre este particular envié una carta abierta en el periódico El Día al  alcalde  de Valverde en aquel momento, Agustín Padrón Benítez y posteriormente al actual alcalde, Antonio Chinea Padron en La Gaceta del Meridiano no para que  se rindiera un homenaje tardío a personas como las que he nombrado sino a todos aquellos maestros que pusieron lo mejor de si para que en el Hierro no hubieran analfabetos y muchos saliesen de sus escuelas con una preparación adecuada para afrontar los retos profesionales que pudieran tener. Y así fue.

Y en ese sentido como se hablaba en aquél momento de unas nuevas instalaciones para la enseñanza en zonas de la villa que tuviera al menos una placa de reconocimiento a aquellos  maestros de Valverde. Aunque parece que hay un conflicto de ubicación del futuro centro educativo que englobe también las manifestaciones del deporte. Y ahí están, que si en San Juan, que si en la Hoya del Juez, al final se obrará por la mas productiva en ese aspecto educativo y deportivo Desde mi punto de vista San Juan me parece un sitio no apropiado, porque el viento allí  descansa pocos días  durante el año.

Muebles El Placer Pie

Yo se que los políticos aunque desarrollen su actividad en pequeños ayuntamientos, los problemas muchas veces son grandes las cuestiones a resolver y no tienen el tiempo suficiente para contestar cartas  como las que les envié.

Pero recordando con gratitud a Juan Ramón, medico admirado y a Aurelio con el cual compartimos alguna que otra Dirección General en el Gobierno de Canarias si seria bueno que en el nuevo edificio que tendrá Valverde, y la isla toda se viera refrendado el agradecimiento en personas que como ellos si fueron considerados mientras otros esperan al menos una repuesta de un mandatario local a un herreño que no está proponiendo nada del mundo sino es lo menos que se puede hacer cuando hay que agradecer cierta labor y mas esta la de la enseñanza por la importancia que tuvo en épocas de precariedad pero que a pesar de todo dieron lo mejor que tenían.

Si tengo que añadir que ocupando el cargo publico de Director General del gobierno de Canarias en 4 legislaturas durante en la que se ocupa de la Administración Territorial y Gobernación una de cuyas funciones es asesorar técnicamente a la administración local, los ayuntamientos, así como se ocupa en ese sector de la gobernación la supervisión del Fondo de compensación municipal. Pues bien jamás cerré la puerta de mis respectivo despachos ni a mis colaboradores y a todo aquel que quisiera exponer esta o aquella cuestión referente a la dirección y si, por supuesto, eran cuestiones que afectaban a la Isla del Hierro para mi era preferencial, como aconteció cuando había que poner a punto la definitiva implantación del tercer municipio, el Pinar con su  ayuntamiento. Ahí estuvimos hasta final y la consultas de la gestora al frente  del amigo Virgilio y la sabiduría jurídica de Eligio Hernández no se interrumpieron jamás.

Así mismo en mas de un ejercicio el fondo municipal del ayuntamiento de Valverde  fue perfectamente gestionado por el ayuntamiento de la alcaldía de Agustín por las recomendaciones que se facilitaron  y premiado por ello.

En fin me he atrevido a mentar esta comparativa de ayer con actitudes de hoy, que no digo estén bien o mal, cada uno tiene sus prioridades políticas en sus respectivas agendas  y así se actúa.