Por Juan Jesús Ayala.
Casi 1000 inmigrantes han llegado a la isla durante el mes de agosto que han incrementado los ya existentes que habitan en los distintos centros de acogida que se dispone; y aunque las cifras que maneja el Ministerio del Interior le hacen decir que la inmigración ilegal va a la baja en Canarias, al menos en El Hierro los que han entrado por el Puerto de La Restinga están en alza puesto que de los 21.025 inmigrantes que han llegado a España en lo que va de año, el 55% de ellos lo ha hecho a Canarias; o sea que las llegadas a través de la ruta canaria se ha incrementado este año un 7,5% con respecto a los primeros ocho meses de 2022 donde destaca El Hierro que ha recibido una tercera parte de los inmigrantes que alcanzaron las costas isleñas en los últimos treinta días.
Y causa cierta extrañeza como desde las costas senegalesas hasta la Restinga, 1.330 kilómetros, se pueda llegar con cierta facilidad y frecuencia lo que en las calmas de Septiembre y como consecuencia de la desestabilización política que se encuentra El Sahel tras los últimos golpes de Estado en Níger y Gabón pudiera acontecer, al menos en la isla, una situación rayana en los insostenible si por necesidad demográfica no se actúa con la prontitud necesaria para su traslado a centros de Tenerife.
Cuando comienza la invasión de pateras y cayucos se decía que Canarias era una estación de paso para luego continuar el salto a la Península y hacia los distintos países europeos donde los inmigrantes pudieran mejorar sus deplorables condiciones de vida. Sin embargo, por lo que estamos viendo, no es así y sobre, todo, en la isla de El Hierro donde por los inconvenientes que surgen para su traslado y por esperas que son innecesarias la isla se puede convertir en estación terminal.
Y es que la situación de crisis que se vivió y vive en el Mediterráneo no va a tener nada que ver con la que se está desarrollando y con vistas a incrementarse por el número de refugiados y de personas que tratan de huir, con la del Atlántico. Pero la pregunta es ¿a que se debe que sea el puerto de La Restinga uno de los elegidos para recibir a los inmigrantes a pesar de la distancia que hay entre el punto de salida y el de atraque? ¿Será que las mafias han descubierto el pingüe y rentable negoció que supone, el billete que tienen que pagar por plazas en el cayuco donde va incluido el combustible y la mala comida que se les ofrece por los negreros administradores de su sucio negocio? ¿Será, tal vez, junto a lo anterior, que en la ruta de El Hierro la vigilancia que se hace es deficiente y alejada de la que debe tenerse no solo para evitar muertes en el Atlántico ni para que se alerte de este denigrante negocio, como y donde comienza e ir al meollo de la cuestión, para denunciarlo y atajarlo a quien corresponda?.
Se ha estudiado y comprobado que, efectivamente, hay “barcos negreros” que no solo transportan a seres humanos desvalidos sino que remolcan a los cayucos que ya cuando la ruta se acorta y es manejable le indican el puerto de La Restinga como el mejor para desembarcar en Canarias.
Todo pudiera ser. Pero si la situación continúa in crescendo y la tolerancia no se controla, El Hierro, mas temprano que tarde se podrá convertir en la estación terminal de los que quieren llegar a un mundo mejor y ven como sus expectativas se diluyen en la nada por lo que las instituciones herreñas tendrán que disponer cada vez más de los recursos necesarios para colaborar y sostener la indigencia que soporta, mientras el traslado a centros de acogida a otras islas, se retraza o no acaba de llegar, y si lo hace es a cuentagotas.